Como cada lunes, el personal de limpieza aprovecha que los museos están cerrados para limpiar las vitrinas en exhibición. El intendente comenzó en la Sala de Marfiles, procedió con la Sala Oriental, hasta llegar a la Sala de Ornamentos para retirar el polvo que se había acumulado en las vitrinas. En ese momento, la directora del museo notó algo extraño… en una de las vitrinas había varias piezas rotas, y lo que más llamó su atención: marcas de polvo que no correspondían con las piezas en su lugar. Ahí se dio cuenta que faltaba algo. Al inspeccionar la primera vitrina, la directora forzó la chapa para abrir el candado; luego procedió con el otro mueble donde faltaban más piezas, pero no pudo abrirlo porque la chapa había sido intervenida. Rápidamente regresó al primer mueble con las piezas rotas, cuando intentó girar la llave, el cilindro se salió del lugar hasta caerse. La chapa también había sido violentada. La directora salió corriendo a las bóvedas de San Pedro Museo del Arte, donde se resguarda el acervo de varios museos históricos, pero no encontró una de las piezas que faltaban. Se trataba de un cáliz de plata repujada con ornamentos de flores, una cruz y el monograma de Cristo que data del siglo XVIII. Aquella tarde de febrero de 2014, se denunció la desaparición de 27 piezas de plata conformadas por esculturas de ángeles, medallones, candeleros, jarrones y charolas del siglo XVI al XIX, con un valor de 250 mil pesos. Fue así que se descubrió la pérdida de uno de los acervos más importantes no sólo de Puebla, sino de Latinoamérica.
Esta no sería la primera vez que uno de los museos más importantes de Puebla sufriría uno de los mayores robos de arte sacro y prehispánico; a partir del 2021, el gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta reportó la desaparición de 1,982 piezas en el Museo José Luis Bello y González, ubicado en la 3 Oriente. Aquel edificio de estilo colonial y ornamentos eclécticos resguarda una de las mayores colecciones privadas de arte en América Latina. El museo se fundó en 1944, tras la muerte del dueño Mariano Bello, quien donó más de 3 mil piezas históricas al gobierno de Puebla bajo dos condiciones: que cualquier poblano pudiera apreciar el arte y que todo el acervo se mantuviera resguardado en el mismo edificio que lleva su nombre. Dicha promesa nunca se cumplió. A lo largo de los años, el museo ha sido saqueado y despojado de su acervo. El robo al museo José Luis Bello no sólo representa una pérdida cultural incalculable, sino una pérdida a la memoria histórica de las y los poblanos. Así como el museo José Luis Bello no pasa por sus mejores momentos, lo mismo ocurre con los distintos museos que administra el gobierno actual de la cuarta transformación, en el cual, el gobernador Barbosa Huerta prometió devolver la grandeza que alguna vez tuvo el legado cultural de Puebla. Pero hoy, además de palabras vacías, también hay museos vacíos.
La llegada a una Secretaría irregularEn los últimos tres años, la política cultural ha avanzado a marchas forzadas en la actual administración de Miguel Barbosa. Dos secretarios de Cultura han tratado de encauzar a la dependencia hacia un proyecto que beneficie a los museos, pero al menos, uno de ellos encontró una institución marcada por la corrupción. Julio Glockner Rossainz, secretario de Cultura de 2018 a 2020, se apartó del actual gobierno tras denunciar una serie de irregularidades al frente de la secretaría. En su salida, escribió una carta al gobernador y a la opinión pública sobre una dependencia manipulada por intereses políticos.
Señaló en especial al Organismo Público Descentralizado (OPD) Museos Puebla, depedencia estatal que administra 21 museos, al que denunció por una serie de irregularidades en la gestión de distintos recintos culturales en el estado, en su mayoría creados por el fallecido exgobernador Rafael Moreno Valle.
También aseguró que su salida se debía al boicot de grupos al interior de la dependencia y al distanciamiento con el gobernador Miguel Barbosa por haberse opuesto al proyecto de trasladar la Estrella de Puebla al barrio histórico de San Francisco. Una vez aceptada la renuncia de Glockner de la Secretaría de Cultura, Barbosa Huerta realizó un relevo considerado polémico dentro de los círculos culturales en Puebla: nombró como titular a Sergio Vergara Berdejo. La polémica nunca fue ajena en la carrera de Vergara en la función pública, incluso desde sus inicios como perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En la administración de Rafael Moreno Valle se le acusó por la privatización de sitios históricos alrededor del barrio de San Francisco.
De acuerdo con reportes periodísticos, Sergio Vergara cedió permisos en su calidad de perito del INAH al hotel Rosewood para que se apropiara de los antiguos lavaderos de Almoloya, que datan de 1704 -los cuales, por cierto, fueron recuperados hace unas semanas por el propio gobierno de Barbosa-, la iglesia Cirineo del siglo XVI y la antigua fuente de los azulejos. El director Rosewood, Manuel Leal Maldonado, confirmó que el empresario Rafael Moreno Valle Suárez estuvo detrás de la inversión para la remodelación del hotel con permisos del INAH, en una entrevista con La Jornada de Oriente. Cuando fungió como gerente del Centro Histórico en la administración panista de Luis Banck Serrato, se le acusó de otorgar permisos irregulares a empresarios para alterar la imagen urbana del Centro Histórico de Puebla. Fue el 5 de marzo del 2018 cuando trascendió su salida de la administración municipal, a petición del alcalde Bank Serrato; desde entonces, no trabajó en la administración pública hasta que Barbosa lo anunció como el responsable de su política cultural en julio de 2020. Después de que Sergio Vergara se instalara en la Secretaría de Cultura, comenzó a denunciar una serie de anomalías, principalmente en los museos 21 museos administrados por el gobierno estatal. A inicios de 2021, el secretario adelantó que daría informes de una rigurosa investigación en el que daba cuenta sobre el saqueo sistemático al acervo cultural.
La auditoría“Buenos días”, carraspeó Miguel Barbosa en su habitual rueda de prensa. “El día de hoy, antes de comenzar nuestra conferencia, hoy nos acompaña el secretario de Cultura y la secretaria de la Función Pública, quienes van a dar el reporte de los avances ya casi terminados sobre el inventario y la auditoría que estamos haciendo sobre las piezas de los museos de Puebla”. Una mañana de junio de 2021, el gobernador dio los primeros avances de una auditoría especial que realizó la Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Cultura y la OPD Museos Puebla sobre el saqueo a los 21 museos del estado, incluida la Biblioteca Palafoxiana. Dicha auditoría comenzó el 18 de enero de 2021, cuando funcionarios de la OPD Museos Puebla detectaron la sustitución de acervo en el museo José Luis Bello y González. Ante la situación, la actual directora María de los Ángeles Rodríguez Elizalde ordenó una revisión sistemática en conjunto con la Secretaría de la Función Pública. La Función Pública abrió el expediente AUD-1/2021 para revisar las más de 130 mil obras catalogadas en la dirección de Museos Puebla, en especial el museo José Luis Bello y González donde se identificó el mayor saqueo de piezas.
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Acervo inspecionado0
Acervo perdido0
Acervo encontrado0
Total de acervoDe las 0 piezas perdidas0
San Pedro Museo del Arte0
Museo Regional Casa del Alfeñique0
Museo José Luis Bello0
Museo de la Revolución Mexicana0
Museo Ex convento de Santa Rosa0
Museo de Música Casa de Viena0
Museo de la Evolución de Tehuacán0
Fonoteca Juan C Méndez0
Biblioteca PalafoxianaEn la conferencia del gobernador, Amanda Gómez Nava, secretaria de la Función Pública, reportó el saqueo de 5 mil 921 piezas. Detalló que la dirección de museos perdió obras como un lienzo de La Piedad del siglo XVIII, un sello cilíndrico prehispánico e incluso la réplica de una osamenta de un Tiranosaurio Rex de más de 9 metros de altura.
Así fue como ocurrió este saqueoNadie sabe con exactitud desde cuándo han estado desaparecidas las piezas, ni el actual gobierno lo sabe. Lo cierto son la serie de omisiones e irregularidades incurridas en la preservación y registro del patrimonio histórico. Para ello, es importante entender sobre la catalogación de acervo histórico, en donde se ha cometido grandes omisiones por parte de la dependencia estatal Museos Puebla. Juan Bibiano Tonchez, quien trabajó en la Dirección Administrativa del INAH, compartió en entrevista para El Popular, periodismo con causa, que el registro del acervo en México siempre representó un reto, incluso desde antes de que se creara el INAH. En un principio, por la riqueza cultural que tiene México. Ante la urgencia de tener control sobre el legado cultural del país, el 6 de mayo de 1972 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos de México, cuyo capítulo II instruye sobre la creación de un registro público de monumentos y zonas arqueológicas. El INAH e instituciones que resguardan monumentos y objetos históricos deben realizar el registro de su acervo en el Sistema Único de Registro Público del INAH, con el objetivo de evitar la extracción de acervo y en caso de que una pieza histórica aparezca en casas de subastas como Europa, el gobierno mexicano pueda reclamar dichas piezas como su propiedad. De acuerdo con la ley federal, cada museo o particular debe registrar su acervo ante la Dirección del Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológica, en especial si resguarda bienes denominados como arte sacro, pinturas o mobiliario colonial de los siglos XVI al XIX, así como objetos arqueológicos anteriores a 1521.
Una vez que el acervo se encuentra registrado en el Sistema Único, el INAH identifica una pieza con un folio único con datos de su estado físico, lugar de resguardo o incluso si existe algún caso de desaparición de piezas en los museos. “Cuando haces el registro, esto sirve con el objetivo de evitar el robo o saqueo de museos. Cuando llega a suceder la desaparición de piezas en los museos, ya sea porque alguien la sustituyó, se tiene que presentar una denuncia”, señaló el experto. Juan Tonchez aseguró que es complicado que se den casos de robo de acervo al interior de los museos, sobre todo por la catalogación de piezas ante el INAH.
En caso de que se presente la desaparición de acervo, el INAH puede perseguir de oficio una extracción a los museos al considerarse como un delito federal, que se castiga con hasta 12 años de cárcel.
¿Por qué ocurrió la desaparición en Museos Puebla cuando no debió pasar?Como comentó Juan Tonchez, el registro del acervo representó un reto para el gobierno federal y sobre todo para una dependencia estatal como la OPD Museos Puebla, creada en la administración de Rafael Moreno Valle en 2017. Un museo local debe registrar sus piezas históricas ante el Sistema Único de Registro Público del INAH, sobre todo si se trata de acervo que data de antes del siglo XIX. Además, un gobierno que resguarda acervo puede realizar también su propio catálogo. A pesar de que el INAH realizó trabajos inmensos para registrar un catálogo único y evitar el robo de piezas, esto no ocurrió en la dirección de Museos Puebla. Lo que sí existió fueron condiciones favorables para desaparecer piezas sin que nadie se enterara. Al consultar el registro público del INAH, no existe una catalogación completa de acervo de museos como el José Luis Bello y González y el Museo Regional Casa del Alfeñique. Fuentes al interior de Museos Puebla confirmaron a El Popular que este registro sólo se realizó para piezas prehispánicas, ya que el INAH condicionaba una serie de medidas cautelares. Desde tiempos de Moreno Valle hasta la actual administración de Miguel Barbosa, funcionarios de Museos Puebla sólo cuentan con un catálogo basado en el formato BM01, utilizado por la Secretaría de Planeación y Finanzas para registrar el mobiliario público de todas las dependencias estales. Sin embargo, este catálogo no cuenta con el aval del INAH, ya que carece de información clave para proteger el acervo de un museo, como celdas especiales con una descripción detallada de la pieza exhibida, fotografía o elementos que pudieran identificar dónde se encuentra una pieza de arte: si en exhibición o en las bodegas del museo. Inclusive el mismo Barbosa Huerta admitió en conferencia de prensa que ni la Secretaría de Cultura ni Museos Puebla contaban con una base de datos o catálogos confiables en los 21 museos.
Fuentes al interior de Museos Puebla, que por seguridad optaron por el anonimato, detallaron cómo ocurría el modus operandi del robo de piezas: alguien al interior del museo sustrae una pieza histórica de las vitrinas, luego sustituye la pieza por alguna sustitución como una taza de talavera comprada en el mercado El Parían. Una vez que se sustituye la pieza original, a la pieza sustituta se le copia el folio que aparece en el catálogo BM01. Sin el registro de fotografía, prácticamente cualquier persona puede sustraer las piezas de valor y colocar el folio en la sustitución.
Fotografías a las que tuvo acceso El Popular, periodismo con Causa, dan cuenta sobre el resguardo de las piezas sustitutas en las bodegas del Museo Internacional del Barroco. Tras una revisión en el Mercado El Parían, se constató que varias piezas como lajas de talavera procedían de los mismos talleres.
De acuerdo con el Reglamento Interior de Museos Puebla, sólo existen tres puestos que mantienen la responsabilidad del catálogo de los acervos. Se trata de la Dirección General -hoy ocupado por María de los Ángeles Rodríguez Elizalde-, la Dirección de Gestión Cultural -ocupado por Juan José González-, así como la Subdirección de Colecciones -ocupada por Miriam Mendieta Reyes. La mala catalogación del acervo permitió que se generaran condiciones para que desaparecieran las piezas históricas. Además, la dirección de Museos Puebla desconoce con exactitud cuántas piezas rezguarda en todos los museo bajo su administración. Cuando Miguel Barbosa Huerta dio los primeros resultados de la auditoría a los museos, la secretaria de la Función Pública, Amanda Gómez Nava -hoy, controversialmente nombrada auditora Superior del Estado-, señaló que en los catálogos de Museos Puebla tenían registradas 132 mil 780 piezas en su dirección. Pero al revisar los 20 museos administrados por el gobierno estatal, así como la Biblioteca Palafoxiana, la administración actual se percató de piezas históricas que no estaban catalogadas en la dirección de Museos Puebla. En total se documentaron 32 mil 473 piezas que se encontraban en los almacenes sin inventariar en los registros de museos. Así fue como Gómez Nava reportó en su dictamen final que, en total, los museos de Puebla mantenían en resguardo 159 mil 780 piezas. Sin embargo, esta cifra cambió drásticamente siete meses después en la comparecencia ante el Congreso de Sergio Vergara Berdejo. Cuando el secretario de Cultura dio avances ante los diputados de Puebla sobre la investigación al acervo de los museos, el 9 de febrero del 2021, señaló que, en conjunto con la Secretaría de la Función Pública, se determinó que existe un total de 134 mil 9 piezas custodiadas por la dirección de Museos Puebla.
Pero esta cifra dicha por Sergio Vergara es completamente distinta a la reportada por Amanda Gómez, con una diferencia de más de 25 mil piezas, entre un dictamen a otro.
Asimismo, el titular de Cultura mencionó que al final el Museo José Luis Bello no sufrió el saqueo de 1 mil 982 piezas como reportó Amanda Gómez Nava, sino que en total fueron 27 piezas robadas, así como 42 sustituciones.
Pero aquellas 27 piezas desaparecieron antes del 2014 y quedaron constatadas en una denuncia por el delito de robo en la averiguación previa AP-207/2014/AMP04, en un documento que tuvo acceso este medio; es decir, el robo se detectó durante el gobierno de Moreno Valle. Cuando se solicitó una aclaración a la Secretaría de la Función Pública sobre estas diferencias abismales entre lo reportado por esta dependencia y la Secretaría de Cultura, la unidad de Transparencia reservó la información, ya que la auditoría “aún no se concluye hasta la fecha”. En la solicitud de información con folio 211200622000042, la Secretaría de la Función Pública todavía desconoce el número real de piezas desaparecidas y el número de piezas custodiadas por los distintos museos de Puebla. Asimismo, se le solicitó a la OPD Museos Puebla una copia pública de los catálogos que se usaron para el registro de acervo mediante transparencia, pero el comité también clasificó la solicitud de transparencia con folio 211627121000041 para los siguientes cinco años, alegando que dicha información comprometía una investigación en curso.
¿Dónde están los chips?En reiteradas ocasiones, el gobernador Miguel Barbosa admitió que la dirección de museos no cuenta con un catálogo confiable para el resguardo del acervo cultural de Puebla, por lo que la solución al saqueo de piezas fue la incorporación de un plan definitivo mediante chips.
El gobernador presumió que en su dirección se contaría con un sistema único, “que no se había gestionado en otros museos alrededor del mundo”. Se trataría de un catálogo digital, cuyas piezas en los museos contaría con un chip que muestre la historia de cada pieza y su ubicación a tiempo real. Con este plan, los museos de Puebla estarían a la vanguardia de museos internacionales… al menos, así fue como lo vendió la Secretaría de Cultura. A 11 meses después del anuncio, el proyecto de que los museos de Puebla contara con un catálogo digital basado en chips sólo quedó en promesas. Hasta mayo del 2022, la OPD Museos Puebla no cuenta con ningún proyecto para digitalizar los catálogos y evitar el robo de piezas históricas mediante chips. A través de una solicitud de información a Museos Puebla, con el folio 211627121000044, la dependencia estatal admitió que no existe ningún proyecto o contrato con alguna empresa para colocar chips a todo el acervo de los museos. “A la fecha no se cuenta con un contrato formalizado, sin embargo, le informo que las acciones que se están llevando a cabo se encuentran en la etapa previa que consta de levantamiento de inventario, identificación y clasificación de piezas, evaluación de tecnología disponible y demás procedimientos administrativos para la posterior contratación”, admitió Museos Puebla. Dicha versión también fue confirmada por la Dirección de Gobierno Electrónico de la Secretaría de Finanzas, responsable de la gestión de proyectos tecnológicos en las dependencias estatales, quien contestó que no cuenta con ninguna información sobre proyecto de chips para el acervo de los museos. A pesar de que no existió ningún proyecto, el secretario de Cultura Sergio Vergara presumió en un par de ocasiones que ya existía un avance en la colación de chips a las piezas de museos. A finales de noviembre del 2021, el secretario aseguró que ya se habían instalado un 15 por ciento de chips a los distintos museos de Puebla. “Son alrededor de 15 mil chips los que se están instalando, estamos hablando de 160 mil obras en todas las partes de los museos, el año que entra (2022) ya estará el 100 por ciento”, dijo Vergara en entrevista a finales del 2021.
Además, detalló que el proyecto de instalar chips concluiría hasta principios de 2023, cuyo costo sería de 1 millón 680 mil pesos, tomando en cuenta que el valor unitario de cada chip sería de 30 pesos. Expertos en catalogación de acervo entrevistados por El Popular consideraron inviable la propuesta de incorporar chips por los elevados costos y por el daño que sufrirían las piezas antigüas en su composición al momento de la instalar de material eléctrico. El arqueólogo Juan Tonchez explicó que en distintas ocasiones el INAH se planteó la incorporación de tecnología para proteger su acervo; pero hacerlo mediante chips resultaría costoso.
Además, la propuesta de incorporar chips a las 134 mil piezas no costaría un millón y medio como mencionó el secretario Sergio Vergara. En caso de que el valor del chip cueste 30 pesos cada uno, el proyecto ascendería hasta 4 millones 20 mil pesos; sin considerar el valor del software especializado o el vaciado de la información a un formato digital de más de 130 mil piezas.
Sin responsables por el saqueoEl actual gobierno también ha sido omiso en evitar un nuevo saqueo a los distintos museos de Puebla. Desde que realiza una auditoría inconclusa, hasta el inexistente proyecto para proteger el acervo mediante tecnología. Cuando Vergara dio los primeros adelantos sobre la auditoría a Museos Puebla el 23 de febrero de 2021, mencionó la desaparición de un Sello Cilíndrico Prehispánico, el cual pertenecía a la colección del Museo José Luis Bello y González.
Dicha pieza fue prestada al Museo Regional de Cholula en 2018, pero cuando se realizó la auditoría en 2021, funcionarios de Museos Puebla se percataron que en la exhibición yacía una sustitución de plástico impresa en 3D, mientras que la pieza original está desaparecida. Asimismo, el titular de Cultura denunció que otras piezas fueron sustituidas sin que se notificara al museo original, así como la remoción de materiales valiosos como oro y plata de piezas de arte.
En el gobierno actual se han lanzado reiteradas amenazas para dar con los responsables de actos de corrupción. Sin embargo, hasta la fecha no existe un claro culpable por el robo de piezas históricas al interior de los museos ni denuncia alguna, pese a que el gobernador y el secretario de Cultura han confirmado la existencia de denuncias ante la Fiscalía General de Puebla y la Fiscalía General de la República por el robo de piezas con valor incalculable. Mediante solicitudes de información a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, este medio preguntó por las denuncias por el robo de piezas importantes como el sello cilíndrico prehispánico y la réplica de una osamenta de Tiranosaurio Rex de 9 metros que estaba en el Museo de la Evolución en Tehuacán. La Fiscalía local aseguró que en sus registros no cuenta con ninguna denuncia por el robo de dichas piezas; además, la Fiscalía General de la República no cuenta con denuncias formales por la desaparición de piezas históricas por parte de la Secretaría de Cultura de Puebla. Sin embargo, el robo del Sello Cilíndrico representa una omisión grave por parte del gobierno estatal. Ya que dicha pieza sí se encuentra catalogada ante al Sistema de Registro Único del INAH, por lo que la dirección de Museos Puebla encubre un robo federal al no interponer una denuncia. Cuando se le solicitó a la Secretaría de Cultura las acciones administrativas y penales por el robo de piezas históricas, la dependencia admitió que hasta la fecha no ha presentado ninguna denuncia formal por la desaparición de acervo. Lo mismo contestó la dirección de Museos Puebla, mediante la solicitud 211627122000076, en la que admitió que la dirección general no ha interpuesto denuncias ante la fiscalía local o federal por el robo de piezas en los distintos museos. A mediados de febrero de este año, Sergio Vergara rindió su informe de labores ante el Congreso del Estado. No sólo aseguró que las denuncias ya estaban en curso, cuando hasta principios de mayo de 2022, las fiscalías no contaban con denuncias formales. El secretario de Cultura también mintió ante los diputados sobre el caso del Museo José Luis Bello. Ante el estrado, mencionó que este museo sufrió el saqueo de 27 piezas históricas, así como 42 sustituciones. Pero resulta que hizo pasar un robo que ocurrió en 2014 como si fuese un hecho reciente. El Museo José Luis Bello sí sufrió el robo de 27 piezas históricas, que se trata de piezas de plata del desde el siglo XVI, con un valor de 250 mil pesos, pero dicho robo quedó constatado en la averiguación previa AP207/2014/AP04 realizado el junio del 2014, en la Fiscalía General de Puebla. De acuerdo a documentos que tuvo acceso El Popular, periodismo con Causa, se constató que las 27 piezas mencionadas por el Secretario de Cultura, Sergio Vergara, fueron robadas por lo menos ocho años antes de su comparecencia.
Mantienen un museo sin acervoLa administración de la OPD Museos Puebla no sólo ha sido omisa por la desaparición del acervo, también ha mantenido por varios años a un museo que no tiene piezas en exhibición. Museo Galerías Tesoros de Catedral se trató de un proyecto del gobernador Rafael Moreno Valle, el cual consistió en un recinto dedicado a exhibir obras de arte sacro que pertenecen a la Arquidiócesis de Puebla. Ubicada a un costado de la Biblioteca Palafoxiana, al interior de Casa de Cultura, la galería se inauguró el 28 de octubre de 2014, basada en un modelo de gestión museística a escala nacional e internacional por el trabajo en conjunto entre gobierno, iglesia y academia. Este proyecto único entre el gobierno estatal y la Arquidiócesis de Puebla se gestionó para que los visitantes pudieran apreciar obras y documentos históricos como el “Estatuto de la Catedral de México”, que data del siglo XVI. Además de obras de gran valor histórico como el “Verdadero retrato de Cristo”, del pintor barroco Juan Tinoco, del siglo XVII, así como un retrato de “Juan de Palafox y Mendoza”, pintado por Diego de Borgraf. Entre el año de 2017 al 2018, este museo recibió cerca de 207 mil 260 visitantes. Sin embargo, aunque Galerías Tesoros de Catedral aún se presume entre el catálogo de recintos museísticos administrados por la OPD Museos Puebla, en la administración interina de Guillermo Pacheco Pulido en 2018, se cerró al público. Aun así, la OPD Museos Puebla le otorga una partida de su presupuesto sin importar que el museo continúe cerrado. Al revisar los estados financieros de la dependencia estatal, Museo Galería Tesoros de Catedral recibió 4 millones 759 mil 202 pesos, desde el 2018 hasta el 2021. El museo no sólo se encuentra cerrado desde el 2018, tampoco ha contado con acervo desde hace cuatro años. Al revisar las actas de entrega-recepción, obtenidos por medio de transparencia, se constató que la OPD Museos Puebla entregó todo el acervo del museo a los dueños originales desde el 17 de diciembre del 2018. En total, la OPD Museos Puebla reportó la entrega de 52 obras de arte a la Arquidiócesis de Puebla para finales del 2018. Entre las obras se encuentran lienzos de óleo del siglo XVI al XVIII, esculturas de madera con temática sacro y documentos históricos.
No importó que el museo no contara con piezas de exhibición desde el 2018, en los siguientes cuatro años, la actual administración de Miguel Barbosa continuó otorgando un presupuesto fijo a este recinto. El actual titular de Cultura, Sergio Vergara, anunció en febrero de 2021 que en su gestión se instalaría un museo dedicado a las 32 regiones de Puebla, el cual se encontraría en el antiguo edificio de San Roque, sobre la avenida Palafox y Mendoza. Pese a que el edificio se encuentra en total abandonado y con pasillos colapsados, la Secretaría de Infraestructura celebró un contrato con la empresa constructora MUT Infraestructura SA. de CV. con un valor de 44 millones 46 mil 899 pesos, cuyo inicio de obra se estipuló para el 29 de noviembre de 2021 y la conclusión está programada para el 29 de julio del 2022.
Pero hasta mayo de 2022, el edificio de San Roque no registraba inicio de actividades o de restauración, por lo que sin un espacio físico para instalar el museo dedicado a las 32 regiones de Puebla, la secretaría de Cultura optó por usar el espacio dedicado al Museo Galería Tesoros de Catedral, sin ningún pronunciamiento sobre su desaparición oficial. Para este proyecto, la OPD Museos Puebla celebró un contrato con la operadora CO-WORK Constructions SA. de CV. para habilitar el espacio en Casa de Cultura, con un valor de 202 mil 295 pesos. Sin embargo, el proyecto continúa sin ser inaugurado, a pesar de que el contrato estipuló el 23 de julio de 2021 como fecha límite para concluir las obras. Este medio intentó contactar al funcionario Sergio Vergara para conocer su versión, pero no hubo respuesta.
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