Tras una sanción por positivo para marihuana, el púgil mexicano regresa al cuadrilátero para enfrentar este sábado a Brian Vera Agencia El Universal  No ha sido un año fácil para Julio César Chávez Jr., pues tras haber perdido el cinturón del peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), fue suspendido nueve meses por dar positivo en mariguana. Hoy una prueba de fuego se avecina para el “Hijo de la Leyenda”, quien regresará este sábado a los cuadriláteros para medirse ante Brian Vera, en un combate en el que José Sulaimán, presidente del organismo, espera ver al púgil mexicano noquear a su oponente. “Yo espero que Julio salga a demostrar su golpe, a ir tras su rival, a darle combinaciones para caerle bien a la gente y noquearlo. Todavía hay mucha gente que lo quiere, pero con ese triunfo ratificaría el cariño que le tienen”, externó Sulaimán. El represente admitió que lo mejor que le pudo haber pasado al Jr. es haberse alejado un poco de su famoso progenitor, pues, dice, era necesario quitarse la sombra que lo perjudicaba. “Este año ha sido de reflexión porque vivió toda una carrera basada en su padre, llegó al campeonato por todo lo que le enseñó su padre. Se alejó seis meses sin hacer nada por su cuenta, muy decepcionado por la derrota, pero he tenido la ocasión de verlo con frecuencia y me di cuenta que se está dominando”, agregó el empresario deportivo. Dijo que en los últimos meses el boxeador ha reflexionado y “sólo quiere tener a su padre como consejero, no muy cerca para que no lo identifiquen con él. Quiere ser Julio César Jr., y entrena para ello. Estoy seguro que volverá a ser Campeón del Mundo, no me cabe la menor duda”, dijo. El dirigente del CMB, quien dejará por un tiempo sus actividades debido a problemas de salud, no duda en meter las manos al fuego por Julio y admite que el púgil mexicano ya maduró. “Lo veo muy cambiado en cuanto a su mentalidad con la gente; antes era el niño chiflado del papá, ahora lo veo más tranquilo, más humano, más entendedor de la necesidad que hay de las relaciones públicas”, agregó. “Por el lado profesional no sabemos lo que venga, eso lo va a decir arriba del ring, no sé si la independencia del padre y su dedicación total a su preparación lo vaya a promulgar todavía más alto, yo sí lo espero, pero hay que verlo arriba del ring”, finalizó. |
No ha sido un año fácil para Julio César Chávez Jr., pues tras haber perdido el cinturón del peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), fue suspendido nueve meses por dar positivo en mariguana. Hoy una prueba de fuego se avecina para el “Hijo de la Leyenda”, quien regresará este sábado a los cuadriláteros para medirse ante Brian Vera, en un combate en el que José Sulaimán, presidente del organismo, espera ver al púgil mexicano noquear a su oponente. “Yo espero que Julio salga a demostrar su golpe, a ir tras su rival, a darle combinaciones para caerle bien a la gente y noquearlo. Todavía hay mucha gente que lo quiere, pero con ese triunfo ratificaría el cariño que le tienen”, externó Sulaimán. El represente admitió que lo mejor que le pudo haber pasado al Jr. es haberse alejado un poco de su famoso progenitor, pues, dice, era necesario quitarse la sombra que lo perjudicaba. “Este año ha sido de reflexión porque vivió toda una carrera basada en su padre, llegó al campeonato por todo lo que le enseñó su padre. Se alejó seis meses sin hacer nada por su cuenta, muy decepcionado por la derrota, pero he tenido la ocasión de verlo con frecuencia y me di cuenta que se está dominando”, agregó el empresario deportivo. Dijo que en los últimos meses el boxeador ha reflexionado y “sólo quiere tener a su padre como consejero, no muy cerca para que no lo identifiquen con él. Quiere ser Julio César Jr., y entrena para ello. Estoy seguro que volverá a ser Campeón del Mundo, no me cabe la menor duda”, dijo. El dirigente del CMB, quien dejará por un tiempo sus actividades debido a problemas de salud, no duda en meter las manos al fuego por Julio y admite que el púgil mexicano ya maduró. “Lo veo muy cambiado en cuanto a su mentalidad con la gente; antes era el niño chiflado del papá, ahora lo veo más tranquilo, más humano, más entendedor de la necesidad que hay de las relaciones públicas”, agregó. “Por el lado profesional no sabemos lo que venga, eso lo va a decir arriba del ring, no sé si la independencia del padre y su dedicación total a su preparación lo vaya a promulgar todavía más alto, yo sí lo espero, pero hay que verlo arriba del ring”, finalizó.