Martes 18 de Septiembre de 2012
Atenco reapareció después de 30 años  Jaime OAXACA Tuvieron que pasar 30 años para que Atenco, la ganadería más antigua del mundo, regresara a la plaza México, lástima que no fuera en las condiciones que merece un hierro con tal linaje. La empresa de la plaza de toros México anunció que para la novillada número 11 de la temporada se lidiarían cuatro novillos de Jorge Hernández Andrés y dos de San Diego de los Padres; días después se rectificó que serían de Atenco en lugar de Hernández Andrés. Cuando llegó la reseña nos enteramos que los novillos de San Diego de los Padres eran los mismos que habían estado de reservas en las novilladas anteriores, sólo que entonces se decían que eran de Marrón, ambos hierros propiedad del mismo ganadero. Total, el día del festejo salieron novillos por todos lados, dos de los toreros habían llevado los propios porque no querían Atenco. ¡Hágame usted favor! Se sortearon tres novillos de los cuatro que había de Atenco, luego el diablo metió la cola y por un chubasco se suspendió la novillada, ya no se lidiaron dos de Atenco, justo los que no querían los apoderados; vamos, que se salieron con la suya. Atenco fue fundada en 1528 por Juan Gutiérrez Altamirano, primo de Hernán Cortés. Actualmente es propiedad de José Antonio y Carmen Pérez de la Fuente; también ha pertenecido a los condes de Calimaya y la familia Barbabosa. Ubicada en el municipio de Tenango del Valle, Edo. de México, fue la primera ganadería de en este país. Hasta la fecha está vigente aunque no lidia continuamente, motivo por el que no la quieren los toreros o sus apoderados. Su divisa tiene los colores celeste y blanco. Las ganaderías que se fundaron antes de Atenco ya han desaparecido. La palabra Atenco proviene de una raíz náhuatl que quiere decir junto al río; Se refiere al río Lerma por donde tenían que cruzar los toros arreados por los vaqueros. Con todo y su prosapia pocas veces ha enviado ganado a la Plaza México; en total han sido 12 toros y 45 novillos -incluyendo el del domingo- en 66 años. De esos 45 novillos, uno fue indultado, se llamó “Número 22” y tocó en suerte a Emilio Rodríguez en septiembre de 1958. El último lidiado fue el 3 de enero de 1982, se llamó “Baltasar” y correspondió a Antonio Carmona, fue la tarde en que se presentó de becerrista Juan Pedro Galán. Ha lidiado dos corridas de toros: la primera el 5 de diciembre de 1954, habiéndose llamado “Jardinero” el primer toro lidiado; la otra fue el 20 de agosto de 1978. Independientemente del abolengo de la ganadería lo relevante es que los novilleros, o sus apoderados, lleven su propio ganado y que la empresa de la plaza México lo acepte, claro que representa un dinerito extra, pero ¿la categoría se puede cambiar por unos miles de pesos? Al margen del jaleo de los novillos, merece un reconocimiento el menudito poblano Juan Pablo Moreno, quien se jugó la vida en el cuarto de la tarde, la lluvia era intensa y el ruedo una alberca, sin aspavientos se puso a torear logrando muletazos de calidad que le fueron jaleados, desde luego que nadie ovacionaba porque la gente ocupaba sus manos en sostener sombrillas y hules, que lástima que pinchó antes de meter la espada porque bien podría haber cortado una oreja. Total, aunque sólo se lidió un novillo, Atenco reapareció después de 30 años.