Lunes 11 de Noviembre de 2013 |
| Sin defensa Ramón Zurita Sahagún Dios agarre confesados a los alcaldes del país, ante las terroríficas palabras del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Es cierto que los problemas de seguridad y el índice de violencia son demasiados altos como para que el gobierno federal se dedique a cuidar a los presidentes municipales, pero también lo es que las palabras del exgobernador de Hidalgo son una mala señal. La declaración de Osorio Chong es para asustar a todos, no solamente a los alcaldes, ya que la indefensión es total en muchos de los casos, con todo y el respaldo que algunas entidades del país reciben por parte de la federación. Se creyó que con el cambio de administración, bajaría la criminalidad, pero esta no solamente se mantuvo estable, sino que en diversas parte del país aumentó y el riesgo actual es tan grande o mayor que en el pasado sexenio. La presencia del Ejército, la Marina y las policías federales en los estados no amilanó a los miembros de los grupos del crimen organizado. Diversos hechos registrados en las semanas recientes muestran la grave penetración de los grupos delincuenciales, sin que las autoridades puedan detener sus embestidas. Es cierto que ya no aparecen con la frecuencia de antes los racimos de descabezados, ni las tumbas clandestinas, en las que por decenas se entierran a los ejecutados, pero ahora la moda del crimen parece ser es la de apoderarse de amplios espacios del territorio nacional. Solamente la semana pasada se dieron una serie de eventos que congelarían la sangre en otras latitudes, ya que la alerta propagada por la alcaldesa de Matamoros, Tamaulipas, para que los habitantes de esa frontera se mantuvieran en sus hogares, muestra el grado de descomposición social que impera en esa parte del norte del país. Tamaulipas ha sido uno de los estados más afectados por la presencia de los delincuentes, ya que extensas zonas de la entidad se han visto penetradas por el crimen organizado, desde Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, San Fernando, Altamira, pasando por Tampico, Madero y la propia Ciudad Victoria. Pero lo de Michoacán rebasa todo, ya que desde siempre, el estado se mantiene dominado por los grupos delincuenciales. La desestimación de las autoridades sobre el tema, al remitirlo a unos cuantos poblados, muestra en gran parte el desconocimiento que del problema se tiene. Dos hechos sucedidos en la misma semana muestran cuan equivocadas están las autoridades, incluido el gobierno de Fausto Vallejo Figueroa, quien se aferra a la silla de Ejecutivo estatal: 1.- la toma del control del puerto de Lázaro Cárdenas por parte de la Marina y de la seguridad del municipio por parte del Ejército 2.- El asesinato del alcalde Ygnacio López. Ninguno de estos dos municipios formaba parte del cuadro considerado como territorio del crimen organizado, el que según Vallejo Figueroa se reduce a solamente siete municipios. Los problemas de seguridad se acentúan en muchos estados del país, con todo y la presencia de las fuerzas armadas, por lo que nuevamente surgen voces que demandan una nueva estrategia que en verdad contenga la violencia o que, incluso, la destierre. Email: ramonzurita44@hotmail.com Email: zurita_sahagun@hotmail.com |