¿Qué empresa administrará los parquímetros? ¿Hay intereses económicos entre integrantes de la administración pública municipal y empresas privadas? ¿Cómo y cuáles serán los mecanismos que se implementarán para transparentar los recursos recaudados? ¿Se trata de una medida política orientada realmente al desarrollo urbano del centro de la ciudad o se trata de un proyecto más pensado para la recaudación? Estas son algunas preguntas que han rodeado desde la semana pasada el debate público cuando se anunció la posible instalación de parquímetros en el centro de la Ciudad de Puebla y otras zonas del municipio, sin embargo, poco se ha dado a conocer sobre el proyecto por lo que aún hay más dudas que certezas. A largo y ancho del planeta, un gran número de ciudades han apostado por reducir el uso de automóviles para incentivar nuevas formas de movilidad siendo la instalación de parquímetros una política que busca reorganizar el espacio público para evitar que los automóviles sean quienes dominen las calles al ocupar zonas destinadas para la ciudadanía. De nueva cuenta esta discusión ha alcanzado a la ciudadanía poblana quienes una vez más se enfrentan a una polémica que no es nueva, pues en su momento Claudia Rivera y hasta Luis Banck buscaron instalar parquímetros en la ciudad. En el Estado de Puebla, el gobierno municipal de San Pedro Cholula ya hizo lo propio al instalar este tipo de infraestructura en la zona del centro, mientras otros municipios en el interior del estado (como Zacatlán), han implementado dicho sistema. En cierto sentido, en Puebla ya hay experiencias inmediatas de la ciudadanía en relación con esta medida, pero el problema radica en la preocupación de la ciudadanía sobre el manejo de los recursos recaudados y el hecho que no se trate una vez más de un jugoso negocio donde funcionarios y empresarios sean los grandes beneficiados, es decir, se trata de un tema de transparencia. Durante muchos años la ciudadanía ha visto la implementación de políticas públicas que quedaron inconclusas o que terminaron en grandes negocios para quienes en su momento gobernaban, acciones que germinaron una idea de desconfianza hacia el actuar de las autoridades y con mayor razón cuando se trata de otorgar contratos, licitaciones, recaudaciones o en la inversión de los recursos públicos en infraestructura, y es que la corrupción y la opacidad en el manejo de tales recursos siempre ha sido una constante. La instalación de parquímetro puede ser una buena estrategia de recuperación del espacio público, las calles dejarían de ser un gran estacionamiento público, se reduciría el tráfico vehicular beneficiando con ello el medio ambiente y lo más importante el peatón volvería a vivir y disfrutar su ciudad. La cuestión es que sin una buena planeación o un diálogo amplio entre diversos sectores de la sociedad este proyecto puede nacer muerto, porque la instalación de parquímetros también trae de fondo otras problemáticas como son la modernización del transporte público, o simplemente que la instalación de los parquímetros cumpla con su objetivo y la recaudación de las tarifas se invierta en el mejoramiento del espacio público. El proyecto debe ser integral y no basarse en la idea de una modernización del espacio urbano sin tomar en cuenta que también existen otras prioridades en otras zonas de la ciudad, y aun cuando se puede consultar a la ciudadanía también es conocimiento de todos que en ocasiones este tipo de acciones benefician de manera directa a un pequeño sector, ya que las grandes problemáticas se ubican en otros temas como la pobreza, la inseguridad o el desempleo. El tiempo avanza y el gobierno municipal de Puebla tiene una decisión que tomar ¿pero tendrán la capacidad para implementar un proyecto que cumpla realmente con el objetivo de mejorar la movilidad urbana mientras se garantiza la transparencia en la instalación, operación, recaudación e inversión de lo recaudado en beneficio de la ciudadanía? La respuesta el mismo tiempo nos dará, mientras tanto, agotemos la discusión y que la decisión que se tome sea en beneficio de las y los poblanos. |