| * El galardón fue recibido por la viuda del humanista en la Cámara de Senadores * El humanista falleció el pasado diez de septiembre AGENCIA NOTIMEX MÉXICO, DF.- Por su destacada labor al enriquecimiento, construcción, análisis y divulgación de la cultura en México, el Senado de la república, otorgó, post mórtem, la medalla de Honor Belisario Domínguez al humanista Ernesto de la Peña, quien falleció el pasado 10 de septiembre. El galardón fue entregado a la viuda del filósofo, María Luisa Tavernier. La ceremonia estuvo presidida por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y los titulares de la Suprema Corte de Justicia, Juan Silva Meza, y de la Cámara Baja, Jesús Murillo Karam, el presidente del Senado, Ernesto Cordero. La ceremonia Al iniciar la sesión solemne, la senadora del PRD, Iris Vianey Mendoza, dio lectura a la proclama del senador Belisario Domínguez, asesinado el 7 de octubre de 1913 por órdenes del dictador Victoriano Huerta. El presidente de la Comisión de la Medalla de Honor Belisario Domínguez, el senador Roberto Albores Gleason, destacó la trayectoria del galardonado y dijo que el Senado decidió otorgar de manera unánime el galardón a de la Peña “por trascender ideologías”. De la Peña Muñoz “fue un hombre de memoria portentosa, sabiduría deslumbrante y humildad sorprendente; hombre aferrado a la vida, las palabras eran su embeleso, un punto de encuentro y desencuentro”, señaló el legislador priista. Afirmó que fue “un gran democratizador de la cultura utilizando como instrumentos los medios masivos de comunicación, demostrando que la cultura no debe ser ajena a todos los mexicanos, si es que se quiere un México más justo y democrático”. El poeta Jaime Labastida Ochoa habló con la representación de la familia del recipiendario, y dijo que de la Peña era ajeno a los temas de la política y “parecía vivir en otra época pero tenía los pies bien puestos en la tierra”. Su obra Ernesto de la Peña fue uno de los intelectuales más importantes de México. Poeta, traductor, lingüista y sabio. Nació en la ciudad de México el 21 de noviembre de 1927, desde pequeño mostró interés por la cultura. Una de las anécdotas más recordadas por sus familiares, es aquella en la que se asegura que De la Peña aprendió primero el alfabeto griego que el alfabeto español. La literatura marcaría su vida, por lo que decidiría cursar la carrera de de letras clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y poco después estudio chino y sánscrito en el Colegio de México (Colmex). Mientras que en la escuela Monte Sinaí aprendería hebreo y de forma autodidacta estudiaría otras lenguas, hasta acercarse a un total de 33 idiomas. Ernesto de la Peña fue también creador de obras de ficción, investigador, especialista en asuntos bíblicos y religiosos; en realidad era experto en todas las ramas del arte, la historia y cultura en el mundo. Entre sus obras más destacadas se encuentran Las Estratagemas de Dios, obra por la que le sería otorgado el Premio Xavier Villaurrutia en 1988, Las máquinas espirituales, El indeleble caso de Borelli y La rosa transfigurada. Para 2003, el escritor sería galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura, además de que obtendría el premio Alfonso Reyes en 2008, así como el Nacional de Comunicación José Pagés Llergo en 2009, por sus programas radiofónicos Al hilo del tiempo, Música para Dios y Testimonio y celebración. Su último reconocimiento fue el Premio Internacional Menéndez Pelayo, el cual sería otorgado el 6 de septiembre de este año, el cual le sería otorgado en el Colmex, lugar en el que ofrecería una conferencia magistral “Las realidades en El Quijote”, transmitida hasta el Palacio de La Magdalena, en Santander, España. De la Peña falleció el pasado 10 de septiembre a la edad de 84 años. |