Jueves 09 Mayo 2013
El tenor ofreció un concierto con la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, dirigida por el director huésped Iván López Reinoso  Sergio Spíndola/Colaborador  Dentro de la diversidad de expresiones artísticas del Festival Internacional Cinco de Mayo de Puebla, uno de los acontecimientos más relevantes lo fue la presentación del tenor Javier Camarena Pozos, quien ofreció un concierto con la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla (OSEP), dirigida por el director huésped Iván López Reinoso. Fue ésta una ocasión muy especial en que se dio cita una muy numerosa y expectante concurrencia a San Pedro Museo de Arte para escuchar a este notable tenor veracruzano quien en este momento posee éxitos y reconocimientos significativos en el ámbito internacional. Fue así como una vez que la orquesta interpretó la famosa obertura de la ópera Guillermo Tell de Gioacchino Rossini (1792-1868), que hizo su aparición Camarena para cantar el aria Languir per una bella, de la ópera La italiana en Argel del mismo Rossini, quien dio muestra desde este primer momento de su privilegiada y maravillosa voz, de gran belleza y amplitud, de tesitura lírica, muy armoniosa y cristalina, que en esta aria desplegó toda su habilidad técnica y expresiva, muy propia del exigente estilo belcantista rossiniano, por lo que este tenor es sin duda un gran exponente de este compositor italiano, que en cierto modo tiene un cierto paralelismo con el también ligero y dulce estilo operístico mozartiano. También de Rossini, de su ópera La Escalera de Seda cantó el aria Vendró qual sommo incanto, en la que igualmente se manifestó con gran técnica, expresividad y fluidez, por lo que el Rossini de Camarena es verdaderamente delicioso escuchar. De este modo después de escuchar la obertura de La forza del destino de GiuseppeVerdi (1813-1901), cantó con gran expresión y emotividad el aria L’amour, l’amour…Ah! Léve toi, solei, de Romeo y Julieta de Charles Gounod (1818-1893), una ópera plena de romanticismo y pasión acorde a su dramática historia. Para finalizar y redondear la primera parte de este concierto, Camarena cantó la muy popular aria de La donna e mobile, de Rigoletto del mismo Verdi, con toda maestría, naturalidad y musicalidad, así como con la gracia que le es propia a esta aria de mordaz alegría que tanto cautiva al gran público, como fue en esta ocasión. Luego de que la OSEP interpretara el bello vals Sobre las Olas de Juventino Rosas (1868-1894) y el Danzón No. 2 de Arturo Márquez (1950), Javier Camarena cantó una selección de canciones populares románticas mexicanas de autores como Julio Caramillo, María Grever, Consuelo Velázquez y Agustín Lara, entre ellas, su famosa Granada. Aquí el tenor dio muestra de su gusto muy particular por este ámbito musical -al que también son afectos otros cantantes líricos de nuestro país-, en el que se manifiesta con cabal emotividad, y hace resaltar también la calidez y belleza de su depurada voz. Javier Camarena cautivó plenamente de principio a fin en su presentación en Puebla, confirmando el buen momento por el que atraviesa. Carismático y con amplio desenvolvimiento escénico, dio muestra de un elevado nivel de expresión artística, que se goza en cada texto y nota que canta, con la generosidad con que se brinda un gran artista. De este modo este tenor mexicano dejó ver que tiene un enorme potencial y un muy prometedor futuro que seguramente seguirá en la cosecha de importantes frutos que ampliarán cada vez más sus horizontes en esta demandante y comprometida profesión.