En Tulcingo de Valle y la zona de Chiautla de Tapia se presentan una gran incidencia de quema de laderas y cerros que afecta pastizales y árboles Lidchy HERNÁNDEZCorresponsalIZÚCAR DE MATAMOROS.- A pesar que ya iniciaron las primeras lluvias de temporada en la Mixteca poblana, los incendios forestales en la zona continúan, ya que en los meses de febrero, marzo y abril se registraron diversos siniestros que dejaron severos daños al medio ambiente. Los incendios que más afectaciones han dejado, fueron los suscitados en municipios de la región de Chiautla de Tapia, debido a que esta zona se encuentra situada al sur del estado poblano y colindante con el estado de Guerrero, en donde el clima es muy seco, y los cerros se resecan. En un reporte emitido por autoridades del Centro Estatal de Control de Incendios Forestales, reveló que se han registrado incendios forestales en los municipios de Tulcingo de Valle y la zona de Chiautla de Tapia donde se presenta una gran incidencia de quema de laderas y cerros que afecta pastizales y árboles, dejan como saldo afectaciones graves al medio ambiente del lugar perjudican a la flora y fauna. Debido a lo anterior, Juan Francisco Niño Hernández, el director de Protección Civil de Izúcar de Matamoros, exhortó a la población de la región sur a evitar tirar colillas de cigarros o fósforos encendidos en el pasto seco. Se tiene el dato que hasta el 26 de abril eran 7 mil 796 hectáreas afectadas en el estado por incendios forestales, entre ellas la población de Tulcingo de Valle anclada en la Mixteca, que resultó dañada. Otros municipios mixtecos que también registraron una alta incidencia en incendios, se encuentran Huehuetlán el Chico y Chiautla de Tapia, en menor escala Izúcar de Matamoros, pero a pesar de que las lluvias han iniciado esto no evita el riesgo de que continúen los incendios, por descuido de las personas. Muchas veces en esta época los descuidos de personas que salen a pastar ganado son quienes provocan incendios en la zona de cerros de la Mixteca, ya que dejan algunas fogatas encendidas, aunque la incidencia de siniestros disminuye de forma considerable.