Miércoles 31 Julio 2013
Los presos dependen de las ventas de lo que producen dentro del cerezo para apoyar a sus familias, por lo que algunos de ellos no alcanza para poder sobrevivir Rosalía Sánchez OAcatlán de Osorio, Pue.- Ante la imposibilidad de acceder a fuentes de empleo tradicionales, la mitad de internos del reclusorio municipal de Acatlán depende de la elaboración y venta de artesanías, para su sobrevivencia, así lo dio a conocer la Directora de Planeación y Estadística del Centro de Desarrollo Comunitario Nubia Abrego González. Sin embargo, las principales actividades económicas dentro de la región son el comercio y los servicios, por lo que posicionarse en el mercado constituye un doble reto para los internos, quienes además de no gozar de libertad, no tienen por sí solos medios de producción, manifestó. Declaró que el obstáculo más grande al que se enfrentan los internos, es la exhibición de la mercancía para su venta, ya que ellos no pueden salir a cuidarla, quienes tienen familia pueden mover su mercancía más fácil aunque no tengan un lugar de trabajo establecido, pero quienes no la tienen, le pagan a personas externas que por frecuencia regresan con bajos o nulos niveles de venta. Señaló que el 97 por ciento de internos son hombres en edad productiva, de los cuales cerca de la mitad elaboran productos de carpintería como mesas, artículos de decoración e hilados en prendas y decorativos, aseguró. Indicó que los ingresos que obtienen a cambio sirven para su manutención, para adquirir materia prima y para sostener a sus familias por lo que el departamento de desarrollo comunitario busca a partir de la impartición de estrategias de aprendizaje encaminados a la venta y de toma de medidas externas la promoción de sus productos. Indicó que estos oficios fueron aprendidos a través de un programa de capacitación por parte del Ayuntamiento, en donde se les proporcionó tanto el adiestramiento como la materia prima en los talleres de tallado de madera, empalillado, bordado y deshilado. Agregó que a través de la realización de estos talleres los internos aprenden algún oficio, lo que representa que en el momento que salgan del reclusorio pueden tener una labor para poder mantener a su familia. Para finalizar, dijo que muchos presos tienen que mantener a sus familias con el poco dinero que pueden adquirir a través de la venta de los productos, los cuales se venden a fuera del penal y que son consideradas como excelentes para los turistas e incluso para la misma población.