Viernes 01 Noviembre 2013
El festejo de Día de Muertos ya dio inicio en el municipio; para este año hay 43 altares monumentales cuyo costo llega hasta los 20 mil pesos  Redacción Desde el 28 de octubre, las tradicionales ofrendas de Día de Muertos han engalanado los hogares de Tochimilco, sin embargo eso es sólo el comienzo de la festividad. Hoy, la comunidad expone un total de 43 altares monumentales; los turistas, tanto nacionales como extranjeros, han comenzado a arribar al municipio. Durante seis días se espera la visita de al menos 20 mil personas. La tradición, proveniente de las culturas tolteca y chichimeca, prevalece en Tochimilco, pequeño poblado ubicado cerca de Atlixco, a las faldas del Popocatépetl, cuenta con ocho barrios, en algunos de ellos la gente aún conserva su lengua materna, el náhuatl. Al tratarse de un peculiar festejo de Todos Santos, miles de turistas han volteado la cabeza a Tochimilco, visitan los altares y se asombran con su belleza. Cabe destacar que cada altar varia en su costo, algunos pueden tener un costo de ocho mil pesos, mientras que algunas familias destinan 20 mil pesos a su ofrenda. La primera ofrenda colocada a los difuntos sirve para que su alma pase a otra vida. En los altares se unen el fuego, el agua, el aire y la tierra: los cuatro elementos principales. Tochimilco conserva su tradición, colorido y costumbres de tal manera que no hay persona en la comunidad que no sepa el significado de los siete escalones de un altar monumental. “Las ceras, veladoras, ángeles llorones y los ángeles tienen mucha representación para nosotros, pero esos se ponen arriba porque es la unión de la tierra con el cielo. Las flores de cempasúchil que se ponen en camino de la puerta de la casa al altar significa para nuestra gente el color del oro, del sol y se invoca a las fuerzas naturales”, explicó Magdalena Rangel Oaxaca. La primera ofrenda de un difunto se empieza a preparar con dos semanas de anticipación. Los altares van compuestos por flores blancas o rojas, según la edad del difunto, dulces típicos y la comida que más les gustaba. “El altar se va haciendo por etapas o escalones, esto tiene un gran significado, son tres escalones grandes, se ponen tamales, fruta, comida, flores, papel picado de cartulina y china. La parte de abajo significa la tierra; la parte de arriba significa la unión con el cielo”, refirió Magdalena. Rangel Oaxaca, vecina originaria de esa población, explica que la trascendencia y tradición de Día de Muertos, se conserva desde la época prehispánica: “nosotros descendemos de la tribu de los toltecas-chichimecas. Se hace el novenario de rosario, todos los días a las ocho de la noche se reza el rosario de quien va a celebrar la ofrenda nueva o el cabo de año, lo que se empieza hacer es el altar, forma parte toda la familia. Desde el día 28 de octubre se recibe a las personas que llegan a visitar a sus familiares. Los festejos duran hasta el 2 de noviembre”. El mole, el chacualole, los tamales, bebidas, pan y lo que más le gustaba al difunto es lo que se expone en estos altares. Aunque el costo es elevado, los familiares no fijan su mente en esto, sólo viven la fiesta de Día de Muertos, y tratan de conservar sus costumbres. “A las 12 horas se pone la cruz y se pone junto al altar, el dueño de la casa o el familiar del difunto tiene que pasar con el sahumador invocando a los elementos principales, porque el ser humano viene de estos elementos, porque nuestros antepasados les rendían adoración”. Altar al papel Jorge Copantitla Pérez falleció a los 81 años, el año pasado fue dio una entrevista a El Popular, diario imparcial de Puebla, pues fue uno de los creadores del famoso y tradicional papel picado de Tochimilco. Este día, un altar se puso en su honor, falleció a causa de enfisema pulmonar. Su hijo Jorge conserva esta tradición, y su altar, a diferencia de otros que ya se exponen, está colocado al centro de su hogar, en el que además se ofrendar los alimentos tradicionales expone las herramientas del trabajo al que se dedicaba don Jorge Copantitla Pérez. “Mi papá me decía que la figura se debe poner en la fotografía, este altar se lo dedicamos a mi papá, él nos enseño a picar, hacer los altares, las ofrendas... Este es su primer año, él nos dejo esa tradición, siempre esperamos a los difuntitos y esto es lo que se puede ofrecer a ellos. Esta es la primera vez que hago el altar porque otros años los hacía él”, explica Jorge. La familia Copantitla espera la visita de tres mil personas a su hogar, para ello elaboraron varias cazuelas de mole, pan, chocolate. atole, tamales y a partir de las del mediodía se comenzará a dar de comer; para ello gastaron 40 mil pesos, esto sin contar el costo del altar. “Le ponemos lo que es la fruta, la comida, sus herramientas de trabajo, la gente le pone lo que trabajo en vida, mi papá trabajo la pirotecnia; vamos a poner una tabla donde picaba su papel”. Otro altar en la comunidad fue dedicado a un pequeño que tras ocho días en la incubadora perdió la batalla contra la muerte; sus padres Ana Lilia Vázquez y Oscar Pérez lo recordaron.