A pesar de que vecinos han realizado cuatro denuncias, las autoridades no han decomisado explosivos en este año Patricia FLORES Corresponsal En lo que va de la administración municipal se ha decomisado un promedio de 160 kilos de cohetes de detonación, esto en las dos temporadas navideñas pasadas, en lo que va de la presente no ha habido decomisos, a pesar de que se ha hecho la denuncia de por lo menos cuatro locales donde venden este tipo de artefactos. Ramón Rubio Balderas, titular de Protección Civil Municipal, indicó que dijo que a lo largo de casi tres años han tenido trabajo coordinado con las áreas de Normatividad Comercial y Giros Comerciales, de modo que se haga conciencia de lo peligrosos que pueden llegar a ser este tipo de cohetes, explicó que se han hecho campañas informativas sobre el tema. Mencionó que ahora ya no hay venta de cohetes en el centro de la ciudad, pero aún se pueden encontrar en la periferia de la ciudad, dijo que en ese sentido es importante la participación ciudadana, la cual en lo que va de la temporada ha hecho la denuncia de cuatro tiendas que venden estos objetos, pero hasta ahora no han encontrado nada en las revisiones que han hecho. Indicó que en caso de que encontraran material explosivo, este sería decomisado, pero si fuera una bodega clandestina se tendría que turnar el caso a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues el asunto es de su competencia, reconoció que hay un grupo de vendedores que venden cohetes, pero solo luces de bengala y artefactos de luces, pero no de detonación. A pesar de la prohibición también existe un grupo de vendedores de cohetes que cargan con radios y en el momento en que inician el operativo se pasan la voz por ese medio, de modo que es complicado sorprenderlos en flagrancia. Externó que el material que han decomisado es en su mayoría de esta región, como rollos de cohetes blancos, pero también producto de procedencia asiática. En lo que refiere a los polvorines, comentó que en el municipio hay dos en la junta auxiliar de Santa María Coapan, ambos han cumplido hasta el momento con la normatividad y se encuentran a más de un kilómetro de la mancha urbana, además de que los dueños de los mismos han solicitado las revisiones a Protección Civil. Cabe recordar que hace días uniformados de esta ciudad detuvieron a Guillermo Hernández Contreras por el delito de almacenamiento de explosivos y artificios pirotécnicos. El hombre era propietario de un polvorín ubicado en en el paraje denominado El Obispo, ubicado en San Sebastián Zinacatepec; sin embargo el inmueble estalló el pasado 6 de enero del 2011, a consecuencia de una explosión de sustancias químicas. En el lugar de los hechos perdió la vida un menor de 15 años de edad, quien trabajaba como ayudante en el polvorín siniestrado; además el menor permanecía en el lugar para aprender el oficio. Sin embargo, de ahí la importancia del tema, el hombre no se encontraba en el lugar cuando la explosión ocurrió, sólo el joven; tras escuchar la detonación, Hernández Contreras evitó acercarse al lugar de los hechos pues no contaba con los permisos correspondientes expedidos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para establecer el polvorín, comprar, almacenar y elaborar juegos pirotécnicos, con lo que incurría en un delito previsto en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, al almacenar más de 50 kilogramos de sustancias explosivas. |