**Concreto y pisos rotos, pasto seco, duela picada y jardineras caídas, es el panorama en la zona Texto y fotos: Karen MEZA En proceso de remodelación se encontró la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Aunque las obras fueron inauguradas hace menos de 15 días, los empleados de diferentes compañías continúan trabajando, pues el concreto y los pisos de algunos puntos se rompieron. Las nuevas obras que inauguró el presidente de la república, Felipe Calderón, y el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, el pasado 5 de mayo para conmemorar la batalla de Puebla están mal hechas y el material con que se construyó el piso no resistió el peso de las unidades que transitaron por ahí durante los festejos, informaron trabajadores. Sin revelar su identidad por miedo a perder su trabajo, empleados que continúan con los trabajos argumentaron que la obra no resistió el peso de los camiones y se cayeron las jardineras sobre el camino que va al Centro Expositor. Además, evidenciaron que las fracturas de los pisos se debieron a la mala calidad de material y a la premura con que se realizaron las obras. “El piso no resistió y rompió las jardineras; aquí había palmas, no sé dónde las pusieron”, dijo un albañil sin parar de trabajar. De inmediato, otro compañero replicó: “Ya estaba todo listo", remarcando que ellos terminaron a tiempo el trabajo y que no era su responsabilidad. Ambos señalaron que se reabrió su contrato por esta semana con el fin de terminar el área de la jardinería, pues les dijeron que faltaban sólo “detalles finales”. Uno más comentó que la obra no la planearon correctamente y que existen otros puntos de Los Fuertes que se encuentran en las mismas condiciones. En el área de la laguna artificial un par de obreros laboran arduamente dentro del inmueble que está a un lado de las escasas cinco lanchas y el inmueble se encuentra totalmente vacío. Otras manos de hombres trabajadores se encontraron en la zona del estacionamiento subterráneo, donde las obras también están incompletas. Vibra franquicia Paulatinamente, El mirador se comienza a destruir, pues la duela de madera se está levantando y tiene huecos en al menos siete puntos. Cuando las personas corren o caminan muy deprisa se siente una vibración en el piso, justo arriba de donde fue instalada la franquicia Café Punta de Cielo. Una vez más, el pasto que rodea el camino luce seco y desordenado; las personas que por ahí transitan tienden a tropezar, sobre todo en las partes que son de tierra. Por último, es de destacarse la falta de señalamientos, pues los autos circulan en todas las direcciones y ponen en riesgo a los peatones y conductores de sufrir un accidente