Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal IZÚCAR DE MATAMOROS.- La tradición del Corpus Christi y las mulitas en este jueves, cada vez se va perdiendo debido a que la gente ha sido fuertemente influenciada por tradiciones ajenas a Izúcar de Matamoros, así lo dieron conocer algunos comerciantes. Vendedores de mulitas aseguran que año con año, sus ventas se disminuyen hasta en un 30 por ciento, debido a que la gente ya no compra las tradicionales mulitas para regalar. En la tradición católica, Corpus Christi, del latín, significa el Cuerpo de Cristo, recuerda el párroco José Trinidad Soto; dicha fiesta consiste en alabar, honrar y comprender el significado de Jesucristo, en cuerpo y sangre. Aseguro que este día se celebra la llegada del Jesucristo, como alimento para la vida eterna, y por ello se efectúan diversas procesiones, aunque hoy en día la mayor parte de la gente lo ve como una fiesta, una feria, dejando de lado el verdadero significado del Jueves de Corpus. A decir del prelado, la tradición de regalar mulas este día, tiene su origen en el año 1526, un lustro después de la toma de Tenochtitlán por los conquistadores españoles, quienes trajeron estos animales a América, cruza de caballo y burro; en poco tiempo su uso se generalizó entre las personas del campo, quienes las usaban para tareas agrícolas y transporte de mercancías a la ciudad, Este factor, hacía llegar en la semana de Corpus a catedral mulas con primicias, es decir, la los primeros productos recolectados que se ofrendaban en el templo; la gran cantidad de animales congregados en la plaza terminó por dar nombre a la jornada como el Día de la Mulas. En otra leyenda, con dos versiones, cuyo personaje es una mula, reza, la primera de ellas, que el animal se arrodilló al paso de una procesión para derrotar a un ateo; la segunda afirma que la mula fue suficientemente humilde para arrodillarse ante la custodia. Debido a lo anterior, la gente fabrica pequeñas mulitas con hojas de maíz, barro o madera que pintan de colores y adornan con tiras de papel, diamantina blanca espolvoreada, rellenando su alforjas con dulces y frutos secos, y estas son regaladas especialmente a los llamados Manuel o Manuela; se utilizan para decorar altares, balcones, coches, entre otros, sin embrago, hoy los fabricantes de este producto aseguran que la tradición se pierde. |