Sábado 16 Junio 2012
 Pilar Bravo Los poblanos añoran tanto al extinto Papa Juan Pablo II que cuando tienen una imagen se persignan, pero cuando contemplan una estatua de tamaño natural, se asombran y conmueven. El artista Raymundo Vázquez Europa, ha creado bustos y estatuas de Juan Pablo II; las realiza a partir de fotografías del Papa desde 1979, cuando realizó su primera visita a Puebla, en recuerdo del impacto de fe que generó en todo el país. Lo realizado por el escultor no es una fría estatua de bronce, tampoco de piedra; el artista decidió utilizar varios materiales, entre ellos plastilina y resinas, materiales moldeables, para lograr los pliegues de la piel y la expresión de los ojos. El resultado de su trabajo artesanal, fue una figura de tamaño natural, con un peso de 40 kilos; la cual incluye silla papal, perfectamente tallada con los mismos materiales que le dan una apariencia real. La estatua del polaco, pontífice de 1978 a 2005, puede ser vista en la colonia Las Aves de la ciudad de Puebla, exactamente en la cuarta cerrada de la calle Violetas 5909, a la dirección citada se accede por el bulevar Valsequillo, ahí existe un taller mecánico acondicionado a donde llegan personas a pie y en coche para recordar al también llamado Santo Padre; quien tuvo una buena comunicación con el pueblo mexicano. Estará en Puebla sólo hasta este fin de semana. Al lugar han concurrido centenas curiosos y fieles devotos de Karol Wojtyla, quienes se impresionan con la figura; además, demuestran su devoción por el beato con oraciones, y también se toman fotografías. La efigie, que tomo seis años en elaborarse, también ha sido mostrada en la Catedral de Guadalajara; Vázquez Europa, su creador, la trajo a Puebla para buscan quien se interesara en adquirirla, ya fuera alguna parroquia o la propia Catedral. El artista lamentó no haber encontrado interesado y admitió no haber tenido los contactos necesarios para invitar al Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa a conocer la obra. A pocos días de su llegada y ser exhibida, la figura, regresará al taller del escultor en Guadalajara, Jalisco, porque la compró una iglesia en el estado del occidente, donde será albergada.