Lunes 17 Septiembre 2012
**Abucheos al mandatario por interrumpir al cantante Pablo Montero **Espectaculares fuegos artificiales organizados por el gobierno estatal  Redacción  EN PUNTO de las 23:30 horas, un espectáculo pirotécnico, acompañado de música, iluminó los Fuertes de Loreto y Guadalupe. El cielo casi negro, sin estrellas y tapizado con nubes grises vio a los poblanos que por miles presenciaron los festejos organizados por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas. Un caballo blanco, un débil repicar de campana, recién instalada para el gobernador, y una voz grave, mal coordinada con el sonido de ambiente, de cañones y tambores de batallón, marcaron el inicio de la celebración oficial. No hubo Grito de Independencia, como muchos de los asistentes esperaban, pero si un vistoso evento, fuegos pirotécnicos multicolores, “bombas” de tonalidades rojas, verdes, blancas; sobre la Plaza de la Victoria. Silencio entre los asistentes. Las pantallas, colocadas a los lados de los distintos escenarios musicales, transmitieron a las 22:48 horas del día 15, el Grito del Zócalo poblano, después de eso, los asistentes esperaban con ansía el inicio del festejo en Los Fuertes. Llegada rápida de RMV Moreno Valle, quien sólo estuvo unos momentos al lado del edil Eduardo Rivera, llegó en cuestión de minutos a los festejos organizados por su administración. No obstante, los asistentes tardaban en llegar a los escenarios más de lo común, según relataron algunos de ellos. Hubo además un fuerte dispositivo de seguridad vial en los alrededores de la zona histórica. Los poblanos habían comenzado a celebrar ya sin el gobernador. Miles estuvieron soportando la lluvia y poco a poco se reunieron en los conciertos de Fernando de la Mora, Pablo Montero y la Sonora Dinamita. En la explanada de la Plaza de la Victoria, niños sobre los hombros de sus padres, familias completas, grupos de amigos, decenas de impermeables de colores, humo de cigarrillos y risas, canto y gritos. Fue Fernando de la Mora, quien puso ambiente entre los poblanos, al entonar un repertorio de clásicos de la música mexicana. El tenor, acompañado de diminutas banderas mexicanas, cerró su presentación con canciones de José Alfredo Jiménez y un público que coreaba “México lindo y querido”. Bebidas alcohólicas De la Mora, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Puebla, finalizó ante una plaza llena, contrario a lo ocurrido al inicio de su presentación, con una explanada a medio cupo. En general, ese fue el curso de los festejos, la gente llegó avanzada la noche. Al lado del Centro Expositor, en la verbena popular, se podían encontrar antojitos mexicanos, dulces, antojitos, y además, contrario a lo ocurrido en el Zócalo, vendedores de bebidas alcohólicas. Los accesos a Los Fuertes fueron restringidos, lo que ocasionó molestia entre los asistentes. Asimismo, el enojo se recrudeció momentos después, pues los anuncios del gobierno de transporte público gratuito para estos festejos, cubrían únicamente dos rutas: una al Paseo Bravo y otra a la zona de los estadios. Los conductores del evento anunciaron la llegada de Pablo Montero, ya con una explanada llena. Pasadas las once de la noche, inició su espectáculo, acompañado de un mariachi y los gritos de las poblanas. No obstante, tuvo que interrumpir su interpretación justo después de tres canciones: el gobernador Moreno Valle Rosas había llegado para encabezar sus festejos, lo que ocasionó que un sector del público abucheará la acción. Acallan la rechifla Pero la rechifla calló ante el esplendor de los fuegos y las notas de Qué chula es Puebla, y después, los aplausos. Se izó la bandera, la banda de música de la Secretaría de Seguridad Pública tocó el Himno Nacional. La fuente lució iluminada por los colores patrios, acompasados a los chorros de agua y el gobernador no apareció más en toda la noche, dejó a los poblanos festejar al lado de sus artistas preferidos. Después del espectáculo pirotécnico, quienes tenían boleto para el concierto de Paulina Rubio se abalanzaron contra las salidas, la gente se aplastaba, niños, mujeres, carriolas: todos por igual. Los guardias pedían orden al salir, la gente los ignoraba. “La salida por este lado”, decía uno de los encargados. Nadie le hacía caso. Ya afuera, todos corrían y se empujaban, con un suelo mojado por la lluvia. En rededor de las entradas al Centro Expositor, la misma historia. Aunque ahora el dilema era entrar. “Boleto en mano, por favor”, pide la gente de Seguridad. Pero en las orillas del edificio se escucha de forma constante: “¿no tiene boletos para Paulina Rubio?” Pese a ello, la celebración de las fiestas patrias en Los Fuertes, registró un saldo blanco, sin altercados ni peleas. El evento se desarrolló de forma tranquila entre los asistentes, aunque no ordenada. Ya adentro del recinto, el espectáculo comienza, mujeres, niñas y hasta personas de la tercera edad corean las canciones. La cantante saluda a los poblanos, les ofrece tequila y se mueve por todo el escenario. Se había hablado de la presencia del gobernador en el concierto de La Chica Dorada, pero éste no llegó. Luego de hacer repicar su campana, los poblanos no lo volvieron a ver en los festejos.