*Trabajadores de dependencias gubernamentales muestran su desacuerdo al líder sindical acerca de la eliminación de plazas transferidas Miguel HERNÁNDEZ ENTRE LOS burócratas del estado causó malestar que en el Congreso local se haya aprobado la eliminación de plazas heredadas, pues sólo les quedó de consuelo que no habrá despidos por el presupuesto austero que recibirá el gobierno de Puebla para 2013. Sin embargo, algunos de los sindicalizados demandaron a su líder que se recurra al amparo para frenar la decisión de no permitirles en algún momento heredar las plazas a sus hijos. Alrededor de 2 mil 500 trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado y Organismos Descentralizados se reunieron ayer con su líder, Héctor Posadas Manzano, en un conocido salón de la colonia San Manuel. Los sindicalizados solicitaron una explicación a su representante del actuar de los diputados por modificar el artículo 9 de la Ley de Trabajadores al Servicio del Estado, donde había la posibilidad de transferir sus bases a sus primogénitos. Piden destitución En un principio, los empleados de gobierno permitieron que su líder les diera una explicación, pero después un grupo exigió la destitución de Posadas Manzano, mientras que otros lo defendían. El Legislativo aprobó una modificación al artículo 43 de la ley para agregar una fracción donde se otorga faculta al mandatario Rafael Moreno Valle Rosas de despedir a los sindicalizados cuando haya problemas financieros. Entre consignas en su contra, Posadas Manzano explicó que tras reunirse con los diputados acordaron el cese de despidos, aunque no pudo negociar lo respectivo a las plazas. Durante el encuentro, el secretario general exhortó a sus representados para unirse y con ello evitar la división, pues de lo contrario “estaremos perdidos, vamos a echarle ganas, no va a ver marcha atrás, nuestro trabajo está asegurado”. Aunque el secretario general de los burócratas sindicalizados reiteró el llamado a la unidad, hubo quienes pidieron su salida. Algunos de ellos están inconformes y se presume su vinculación con la exdirigente, Guadalupe Martínez Castillo. Tras 20 minutos, los basificados se retiraron, sin estar del todo convencidos de la decisión de los diputados locales.