Sábado 05 Enero 2013
*Los habitantes de las colonias Buenos Aires y Rincón del Bosque sufren un calvario que mitigan con pastillas; denuncian despotismo de encargados del trabajo ante solicitudes de colonos Carlos ROCHA COLONOS DE Buenos Aires y Rincón del Bosque, cercanos a Casa Puebla, denunciaron que han recurrido a pastillas para poder conciliar el sueño debido al intenso ruido que genera la construcción de la segunda torre de metal del teleférico. Un vecino de edad avanzada detalló que ha tomado infusiones de valeriana para dormir porque el ruido de los “mazazos” que corresponde a los golpes del hierro a 38 metros de altura le impide descansar de forma regular. “Mis vecinos también han tenido que recurrir a lo mismo. Han tomado pastillas para dormir”, explicó desde el portón de su casa donde se encontraban estacionados algunos camiones de carga. Asimismo, detalló que el ruido se agudiza por la noche, cuando ya no hay tránsito, y su única compañía es el golpeteo de herramientas y la operación de maquinaria a las 3 horas. “Es como si sonara una campana las 24 horas del día. Estoy seguro que hasta en la casa del gobernador se escucha”, denunció. Por otra parte, habitantes de la calzada de los Fuertes y calles aledañas revelaron que el sonido no es el único problema, pues las autoridades cambiaron la instalación de energía eléctrica y la adaptaron de forma subterránea. Luz subterránea A su vez, manifestaron que durante un día los dejaron sin luz, de 10 18 horas, y al prescindir del funcionamiento de refrigeradores, sus alimentos se echaron a perder. También, un despacho contable no pudo laborar durante un día, en la temporada de más trabajo, ante el cierre del ejercicio anual. De igual forma explicaron que el voltaje no es el mismo, pues los focos incandescentes no encienden con la misma intensidad. “Los vecinos no pueden meter sus carros aun con cochera”, reveló una señora que tiene 60 años de habitar en la zona, al señalar la obstrucción del paso en las aceras. El propietario de una casa que resultó con cuarteaduras a partir de las obras acotó que constructora prometió reparar el daño cuando terminara la obra, que espera sea pronto. “Tenemos toda esta fregadera desde el mes de septiembre”, expresó un quejoso más, mismo mes cuando la familia Ángeles López desalojó su vivienda, tras la compra de su casa por un millón y medio, además tuvieron veinte días para irse. “Fue en la casa de la privada de la 26 Oriente donde a las vecinas les dieron dinero y se fueron a vivir a Tres Cerritos”. Ingenieros déspotas Un vecino de la calle 8 D Norte contó que ha intentado hablar para encontrar un remedio para el polvo que entra en toda su casa, además de que con la vibración los trastos caen del lavabo y su vivienda se cimbraba, y teme algo peor pues el inmueble prescinde de castillos. “Salí a reclamarles, pero sólo recibí majaderías de su parte y dijeron que daban por enterado que los vecinos sí querían que pasara el teleférico por nuestras casas”. Sin embargo, los habitantes de la zona denunciaron que no les preguntaron si aceptaban la obra. Aunado a la problemática, los carros de gas no pueden acceder a la zona como antes, por la obstrucción del paso. Además, temen que el caño se destape en la próxima temporada de lluvias e inunde la colonia. Con temor a revelar sus nombres, una vecina concluyó: “Nos falta valor para defender lo que es nuestro. El gobierno no hace nada al respecto, se ha vuelto totalitario y hace caso omiso de nuestras demandas”.