*Debido al descanso de personal a cargo de la obra en el Hospital de San Alejandro, el derrumbe sigue sin atenderse Carlos ROCHA UN DUCTO de aire acondicionado fue el causante del desplome del plafón en un quirófano del Hospital General 36 del IMSS, en donde un trabajador resultó lesionado. Pese a ello, un día después, el techo no ha sido reparado, pues el personal de la obra descansó. De acuerdo con información de trabajadores de la construcción, los sábados, las máximas autoridades del nosocomio descansan. Será mañana lunes cuando se repare el ducto del aire que resulto dañado por la caída del empleado, según informaron los empleados de la construcción, que si laboraron en jornada sabatina. En el exterior del hospital, que en un día normal atiende a 3 mil 40 pacientes, entre consultas médicas, intervenciones quirúrgicas, estudios de laboratorio y de rayos X, familiares de los internos muestran su preocupación por no poder entrar a visitarlos y únicamente ver a empleados de construcción pasar junto a ellos. Durante un sondeo realizado ayer, familiares de hospitalizados expresaron que “las obras al interior del nosocomio pueden perjudicar el estado de los enfermos, el polvo los afecta”. Alejandro Ortiz, quien mantiene a su esposa dentro y esperaba con ansias la hora de la visita, destacó que “cómo van a hacer reparaciones con enfermos dentro, en estado crítico, como mi caso, el ruido que se genera perturba a los pacientes”. El delegado estatal del IMSS ha señalado que debido a las carencias del Hospital Regional número 36 no se puede certificar, un ejemplo son las camas sin barandales. El nosocomio cuenta con 2 mil 566 trabajadores, de los cuales, 409 son médicos y mil 396 paramédicos que incluyen enfermeras, nutriólogos, asistentes médicos y trabajadoras sociales.