*Participantes políticos aseguran que la organización aún comete actos ilícitos Daniel Hernández Cruz Desde la creación de la secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, durante el gobierno de Mario Marín Torres, la dependencia estuvo tomada por un grupo denominado La Hermandad, quienes controlaban la corrupción y los negocios ilícitos. Aunque fue mermada, sus tentáculos aún siguen vigentes. A la organización pertenecían secretarios, mandos medios y tropa, y llegaron a tener tanto poder que podían tirar a un secretario para colocar a alguien afín a sus intereses. Sus integrantes siempre negaron de su existencia. Uno de sus miembros más influyentes, que pide al anonimato, aseguró que no existió el grupo que sólo se organizaron durante la era de Luis Paredes Moctezuma, quien pretendió obligarlos a portar un chaleco con la imagen de un cocodrilo tachado como parte de un programa de anticorrupción. Y el mote de “La Hermandad” se lo atribuyen al periodista Mario Alberto Mejía, que desde ese momento les denominó así. Como integrantes de este grupo se identificó a personajes como Humberto Vázquez Arroyo, Adolfo Karam Beltrán Héctor Guerra Montiel, Manuel Alonso, Carlos Cárdenas, Rodolfo López Villaseñor, quienes fueron los principales beneficiados de la corrupción en la SSPTM y la Secretaria de Seguridad Pública del estado. La Hermandad era capaz de “tumbar” o hacer la vida imposible, como le ocurrió a Guillermo Hidalgo Vigueras o Vicente Ruiz Celio, quienes enfrentaron paros y presiones cuando se intentó separar a algún elemento acusado por actos de corrupción. A la llegada de Eduardo Rivera Pérez a la alcaldía, nombró como titular de la SSPTM a Amadeo Lara Terrón y sus acciones fueron destinadas a la destrucción de “La Hermandad”, sumado a la llegada de Rafael Moreno Valle y los respectivos cambios en diversas áreas de seguridad del gobierno del estado. Los principales mandos fueron cesados. Comandantes, jefes de grupo y de sector fueron dados de baja con el argumento de que no pasaron los exámenes de control de confianza; otros fueron regresados a la Secretaria de Seguridad Pública del estado donde los mandaron comisionados al municipio. Otros más fueron dados de baja por actos de corrupción. Para perder el control de las corporaciones policíacas el bufete de un exfuncionario estatal y miembro de La Hermandad apoyó jurídicamente a los elementos. A la Policía Estatal se nombró a Guillermo Loya Chávez, originario de Chihuahua y ajeno a los grupos en la SSPTM. Entre los cambios que realizó Lara Terrón fue nombrada Carolina Zabalegui Velázquez. Sin embargo, fue el cambio más criticado. Zabalegui Velázquez fue secretaria de Héctor Guerra Montiel en la Dirección de Vialidad del estado y fuentes de la SSPTM aseguran que sigue siendo fiel a su grupo. Es por eso que algunos elementos, bajo condición del anonimato, aseguran que aún recibe apoyo de Héctor Guerra Montiel y mantiene contactos con otros miembros de La Hermandad. Aseguran que varios elementos le dieron la espalda a la mafia de La Hermandad para conservar su trabajo, incluso algunos fungieron como delatores de miembros del grupo. A la fecha, algunos agentes y exagentes aseguran que la corrupción en la dependencia no ha podido ser erradicada y que continúan prácticas como el cobro de cuotas diarias y hasta les dan una patrulla o motocicleta para no les toque patrullar a pie. Cabe señalar que en una entrevista con el periódico la Jornada, publicó una nota entrevista con el alcalde Eduardo Rivera, en donde aceptó la existencia de este grupo. Sin embargo, aseguró que La Hermandad había sido desarticulada. Incluso señaló que a raíz de estas acciones, la recaudación por el cobro de multas pasó de 20 millones a 56 millones. Sin embargo, aún existen integrantes y exintegrantes que esperan la oportunidad para hacerse del control de las corporaciones policíacas. |