** De acuerdo con académicos, no hay claridad en la normativa publicitaria en las elecciones Alexsey LÓPEZ DE ACUERDO al académico Hugo Cabrera Pérez, responsable de la carrera de Diseño Grafico en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en el estado existe una ley “ambigua” con respecto a la normatividad de la publicidad electoral. Ante la saturación pública de propaganda fuera de la época electoral, el catedrático expuso que es necesario que las instituciones reformen la ley para que no haya una sobreexposición de los intereses partidistas.Precampaña “Si bien hay un interés por parte de estos personajes, me parecen que se valen de los recovecos que la ley no ha podido llenar”, comentó Cabrera Pérez en relación a la publicidad que manejan revistas de corte político en la ciudad donde se exhiben a candidatos. Sobre este tema, agregó que las publicaciones no violan la ley. Incluso, son parte de la variedad que ofrecen esos medios impresos, pero el punto principal de su venta es reflejar las acciones que realizan los aspirantes que aún se encuentran a cargo de puestos públicos. “Habrá que ver si el Instituto Electoral del Estado debe de establecer algún tipo de normatividad porque es como la precampaña de la precampaña, en donde ya se está familiarizando al auditorio con el candidato”, expresó. Además, señaló que este tipo de estrategias obedece a que la ciudadanía comience a identificar al candidato o a los aspirantes a un cargo de elección popular. También comentó que la aparición de personajes de la política en este tipo de medios son parte de una estrategia que después se tratará de mantener, reforzar y dar otro tipo de mensajes en relación a los mismos, una vez dentro del proceso electoral. Sin profundizar Cabrera Pérez agregó que la saturación de publicidad política trae como consecuencia no crear una cultura y conciencia electoral en la ciudadanía, pues este tipo de campañas se enfocan en difundir la imagen del candidato, sin profundizar en la ideología del aspirante y la orientación de los partidos. “Cada vez nos hemos alejado más de lo que el partido propone como una corriente ideológica y que nos haga reflexionar de lo que como ciudadanos queremos. Si es alguien de derecha o de izquierda, eso queda de lado”. La generación de una cultura electoral basada en la imagen provoca que la ciudadanía vote sin conocimiento de causa y con poca identificación de las corrientes partidistas, algo vital para la democracia y la política. “Esto no es nada más mostrar al candidato con una buena imagen: amable, afable, que ayuda a la gente. No les basta con dar a conocer todas las acciones o los planes de trabajo que pueda tener, sino que buscan que los votantes elogien al aspirante”, concluyó.