Lunes 17 Junio 2013
** El Tiburón recuerda con amargura su etapa familiar  Redacción  SENTADO EN la banqueta acompañado de dos de sus “compas”, encontramos a José Luis Palacios, mejor conocido como El Tiburón, un indigente que se puede ver en las inmediaciones del Infonavit San Aparicio, nos comentó que desde hace más de cinco años vive con dos de sus compañeros de viaje como él les llama. El alcoholismo y la falta de trabajo lo obligaron a refugiarse en las calles, debido a que su esposa se fue con sus dos hijas, olvidándose de él y dejándolo a su suerte. Les preguntamos ¿cómo la pasan el día del Padre? A lo que rápidamente el “Tiburón” respondió, eso es para los ricos o para los que tienen familia, nosotros ni quien se acuerde, eso es para las mamás, nosotros nos conformamos con que consigamos para un taco y para una botellita de caña es más que suficiente, ya cuando juntamos unos 20 o 30 pesitos ya nos sentimos ricos, argumentó. “Yo tenía una esposa y dos hijas, pero me tiré al vicio muy feo, hasta que ella se fue a vivir con unas de sus hermanas a Toluca, y ya no supe de mi mujer. Alguna vez un conocido me comentó que la mayor es secretaria y se casó con un abogado, pero ya no supe más. Con su mirada, El Tiburón nos mencionó que él fue boxeador de joven y ganó varios campeonatos, desde los torneos de barrios, hasta a representar al estado de Puebla, “pero el vicio fue el que me tiró a la lona”. En ese momento se acercó otro indigente, a quien apodan El Remes en alusión a Fernando Remes, gran beisbolista en la década de los 60, quien nos dijo que el sólo tiene una hermana que tiene un local por las inmediaciones del mercado Hidalgo, pero que casi no la ve, “yo no tuve nunca hijos, por eso ni quien me festeje”, externó El Remes, con una fuerte carcajada.