Carlos ROCHA EL MÁS reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de Derechos Humanos otorga 6.99 de calificación a los reclusorios de Puebla. Además, indica riesgo de autogobierno. El diagnóstico que fue presentado a finales del año pasado revela que en todos los penales los procesos para presentar quejas por violaciones a sus derechos humanos son entorpecidos. En cuanto a salud, tampoco se brinda la atención psicológica ni odontológica a los presos, lo cual igual es destacado en el estudio de la CNDH. La falta de personal de custodia, irregularidades en la imposición de sanciones y la deficiencia en la normativa al interior del penal son algunos de los principales riesgos en materia de gobernabilidad que detectó la CNDH en el penal de San Miguel de la capital del estado. Además, resalta que al interior de los centros, los reclusos se hacen cargo de la seguridad, lo cual repercute en el cobro por la protección entre ellos, la presencia de sustancias y objetos ilícitos y los actos violentos. Ante las deficiencias en cuanto a las condiciones de las instalaciones y el poco apoyo a los grupos de internos con necesidades especiales, como mujeres e indígenas, el penal del municipio de Tehuacán es el peor calificado del estado. Por otra parte, el penal de Tepexi es el mejor evaluado de la entidad, y con una calificación de 8.4 se encuentra por encima de la media nacional la cual es de 6.41. Sin embargo, al igual que los otros penales del estado, presenta una gran deficiencia en lo referente a los apoyos para grupos especiales, como sería la falta de intérpretes para indígenas, pocos programas de prevención de adicciones y la falta de reubicación de enfermos de VIH/sida. EL APUNTE Al interior de los centros, los reclusos se hacen cargo de la seguridad, lo cual repercute en el cobro por la protección entre ellos, la presencia de sustancias y objetos ilícitos y los actos violentos.