Jueves 05 Septiembre 2013
Los más afectados no serán los concesionarios, sino los choferes, checadores, músicos, payasos y sus familias que viven de lo que genera el transporte Luis DINORÍN La Asociación Poblana de Transportistas no fijará una postura hasta conocer el impacto operativo real que tendrá el proyecto de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), mismo que debe conocerse hasta enero de 2015 aseguró en entrevista exclusiva para El Popular, diario imparcial de Puebla, el Ingeniero Sergio Loyola González, presidente de la Asociación Poblana de Transportistas Siglo XXI. “No voy a declarar en contra hasta conocer el impacto operativo, mientras no conozcamos esa parte es inútil” puntualizó, además de afirmar que el impacto se conocería hasta principios de 2015 y entonces citarán a rueda de prensa. Pero lo que sí les preocupa es la posición de la sociedad mercantil o rentabilidad que arrastrará el proyecto, sin embargo, aseguró que adelantarse a estos efectos sería una postura prematura. Crecerá desempleo En tanto, la posición de los choferes, checadores, músicos, payasos y vendedores que viven de abordar los camiones durante el día, se mantienen, como también lo hacen, quienes operan las diversas rutas que podrían desaparecer con la llegada de este proyecto (77A, Galgos del Sur, 32 O 25A, B o Nueva Visión) en que la ola del desempleo para este sector está cerca. Situación que ya ha dejado fuera de circulación a unos 50 choferes de la Ruta 32A y al menos a otros 30 que se dedicaban a la renta de placas. Mientras, a la Ruta 68 le han pedido que disminuya su número de unidades al 50 por ciento y entre los pasillos de los Galgos del Sur se sabe que sólo quedarán en circulación unas 100 unidades al completarse el proyecto RUTA. “El problema de estar concesionados es en primera, que la mayoría de las rutas van a desaparecer y quienes queden a las ordenes del gobierno es que ellos pagan y ya no les importa si las unidades sirven o no” dice un conductor de la Ruta 25 que prefiere permanecer en el anonimato pero se extiende, “una unidad tiene una vida útil de dos años. El problema comienza cuando se acaba este periodo y entonces presentan fallas de caja, motor o diferencial” (pieza que une a las llantas). “Con esto también se irá la Ruta 34, una más que llamamos Minerales, la 25 con sus tres ramales incluyendo la Nueva Visión entre muchas otras” “Uno no está de acuerdo, porque de eso vive, así es el proceso de “modernización, pero no puede decirle nada al gobierno.” “Los compañeros y yo estamos de acuerdo en que exista el Metrobús, hasta nos sirve de competencia pero que no eliminen tantas rutas”, expuso. “En realidad todavía no se sabe cuántas van a desaparecer aunque a nosotros nos han dicho que tan sólo de la Galgos del Sur se quedarán unas cien”, reiteró un checador de esa línea, quien también pidió la gracia del anonimato antes de ser reprimido por su patrón. Ante tal situación la Asociación Mexicana de Transportes y Movilidad (AMTM) en Puebla elaboró un documento llamado “Requisitos Mínimos indispensables antes de implementar el corredor 11 Norte Sur en el cuál se toman en cuenta cuatro aspectos: administrativo, legal, técnico y social. En el sentido administrativo la AMTM reitera que es importante tomar en cuenta que los 800 concesionarios no se conviertan en accionistas. Para el factor operativo es necesario que exista una cultura de prevención de hechos de tránsito que incluyen el asunto de la señalización y las restricciones al reglamento con una duración que supere el mes de preparación. Finalmente, en lo técnico el documento afirma que la Línea 2 debe correr por el Centro Histórico, por lo tanto los vehículos deben ser de piso bajo, “low entry”, “all access” o su equivalente, además de alta y gran capacidad entre algunas otras mediadas más. Según el plan de las autoridades estatales la Línea 2 de la Red Urbana de Transporte Articulado debe correr por la cuenca Norte-Sur de la Angelópolis con una inversión pública y privada de 2 mil 338 millones de pesos. En tanto, la Línea 3 que está proyectada para recorrer la avenida 16 de Septiembre y el bulevar 5 de Mayo afectará a las rutas que aún transitan desde el Sur de la ciudad hasta el bulevar Carmen Serdán y con una vuelta que retornará hasta la altura del estadio Cuauhtémoc. Futuro para los choferes Luis es uno de los choferes de los camiones Mayorazgo que llegan hasta San Ramón, se levanta a las 5:30 horas, previamente ya tuvo que haber cargado gasolina en una de las gaseras de la 11 Sur, donde también le retiran su ganancia diaria. Antes del “desmadre” refiere, donde 12 de sus compañeros fueron detenidos al ser acusados por secuestro de unidades entre ellos el Tortuguin, se sabe que les fue impuesta una multa, otros dicen que no tienen derecho a fianza, el asunto es que los detenidos, siguen presos pues “sus familias no tienen dinero para sacarlos”. Cuando estas rutas operaban de manera normal, realizaban entre seis y siete vueltas diarias, pero en las condiciones actuales, la luz del día sólo les permite dar unas cuatro, debido a que tardan unas tres horas y medias en completar una vuelta. Tan sólo en los Mayorazgo y Galgos del Sur dejarán de circular unas 500 unidades. 300 de los Galgos y 200 más de Mayorazgo. Cifra a la que hay que sumarle los 40 vendedores, payasos y músicos que las abordan a diario para ganarse la vida de forma honrada. Al redondear la cifra se irán a casa 240 de ellos y unos 50 checadores. Luis y sus compañeros sacan diario unos 300 pesos. Ante esta situación los conductores del transporte público comienzan a resignarse: “Ya qué queda, ahorita sólo hay que trabajar el tiempo que nos queda y ya” Será mejor buscarle en la Federal para irte a un tráiler o algo así, ahorita el gobierno no se presta y quiere acaparar todo. Pienso irme a un tráiler o un torton”, argumentó Luis N. “La licencia mercantil vale unos seis mil pesos y la federal unos ocho mil, mejor le pones otros dos mil y ya se pone uno a trabajar”, completó otro resignado chofer. La relación chofer-concesionario En lo que se refiere a esta ruta los choferes saben que existen dos de los llamados concesionarios mayoritarios, los de el señor Bocardo son Galgos y las de Don Cuco son Mayorazgo, pero la mayoría piensa que ya están de acuerdo con el gobierno porque después del pleito referido, no han hecho nada. Los choferes de ambas rutas refieren que los personajes anteriores son “buena onda” y no se meten con ellos, ni les hablan de manera grosera, mientras cumplan con su cuota. La vida de los choferes es estresante pues tienen que lidiar entre el carácter de cada uno de los pasajeros y el tráfico: “Luego los automovilistas nos pitan enojados, pero no es nuestra bronca, ante la situación actual, nosotros tenemos que buscar dónde dar vuelta para salir y poder cumplir con un tiempo”.