** Entre la sociedad se ha difundido la idea de que viajar en automóvil sólo es propio de la clase privilegiada, advierten especialistas Carlos ROCHA En la Angelópolis se privilegia el uso del automóvil y se ha educado que las clases sociales altas no deben de usar el transporte público lo que ha desembocado en tener servicio de rutas deficientes, indicaron académicos de Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Puebla. Thalía González Cacho reveló que el uso del vehículo en la entidad ha ido en aumento de manera considerable, toda vez que al día de hoy existe un vehículo por cada cuatro personas, cuando hace un par de décadas atrás eran 26 personas por cada vehículo. “Nos han hecho creer que la clase alta no debe de viajar en transporte público, cuando en países del primer mundo hasta los empresarios más destacados viajan en el metro”, recalcó. Por su parte, Alejandro Pérez Villaseñor añadió que con el actual sistema de transporte se está creando un desequilibrio social, es decir, dijo, sólo para “ciertas clases”. En suma, Marlon Santillán Quiroz urgió a que se replantee el tema del transporte público ya que el accidente que se registró el pasado miércoles, en el que una persona perdió la vida, es sólo una muestra de la gravedad de este servicio. “El gobierno debe de buscar mecanismos para dar solución al problema del transporte. El Metrobús podría ser una opción, pero hasta el momento no se incentiva el uso de este transporte articulado”, expresó Santillán Quiroz, especialista en políticas públicas. Periférico, problema Los académicos refirieron respecto al incidente de la ruta Bicentenario A, o rojos, que el Periférico Ecológico no es una vía por la cual deberían de pasar rutas de camiones. Desde su óptica, la determinación de la Secretaría de Transportes de quitar la concesión a esta línea no resuelve el problema ya que es parte de un problema mayor en la que existe una saturación de rutas. “La ciudad de Puebla no está diseñada para el transporte público como el que circula las calles del Centro Histórico. No están hechas para maniobrar, y el resto de las avenidas presentan daños en la pavimentación, por lo cual no se le puede dejar toda la carga de responsabilidad a los concesionarios”, dictó Alejandro Pérez, director de la carrera de Ingeniería Civil. Para los especialistas en urbanidad se debe analizar la movilidad del usuario, quienes hasta el momento “han quedado en última instancia y en manos del mal servicio, malos carros y malas calles”, resumieron los especialistas. |