Miércoles 16 Octubre 2013
** Representantes ejidales y pobladores señalan que la paraestatal lejos de fomentar el desarrollo de la población, ha causado daños en los cultivos de naranja, actividad de la mayoría de los pobladores  Carlos ROCHA / Enviado  Venustiano Carranza.- Las naranjas que se producen en el ejido de Estrella Roja de este municipio son manchadas por el petróleo debido a que existen por lo menos 50 pozos que se mantienen en operación todos los días y en donde empresas subcontratadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) cargan pipas de hidrocarburo. Los habitantes, en su mayoría productores del cítrico, refieren que la cosecha es afectada debido al método de extracción de petróleo, en la que se agrieta la tierra para obtener el oro negro. En suma, el precio de este fruto bajó para la presente temporada de 2 mil a 800 pesos por tonelada de naranja. “La llegada de Pemex a Estrella Roja ha sido devastadora”, expuso el comisario ejidal Justino Romero. Con machete en mano y mientras recortaba el césped del panteón de ese ejido, explicó que desde hace más de una década llegaron empleados de la paraestatal a abrir la tierra. Justino Romero indicó que gestores al servicio de la paraestatal adquieren por 35 mil pesos una hectárea, cuando el precio justo debería de ser de por lo menos cien mil. Asimismo, comentó que la paraestatal aprovecha cualquier zona para extraer el combustible. Negro destino La vida ha cambiado para los habitantes de Estrella Roja y de El Escobal, última comunidad de Puebla que colinda con Veracruz. Desde la llegada de Pemex, sus cultivos son afectados por el paso diario de camiones de grandes dimensiones que además de afectar la siembra con las vibraciones, contaminan sus pozos y espantan a su ganado. Debido al enojo e impotencia de los habitantes de esta zona norte del Estado, no descartan cerrar el paso a las pipas de empresas que subcontratadas por Pemex transitan todos los días. Ningún beneficio Cuando Pemex llegó a esta región las promesas de desarrollo y riqueza fueron propagadas entre los habitantes de Estrella Roja y de El Escobal, pues representantes de la paraestatal prometieron carreteras, escuelas, empleo para los habitantes y un programa de vivienda digna, por mencionar algunas, de acuerdo con testimonios recabados por El Popular, diario imparcial de Puebla. Sin embargo, después de casi siete años, las promesas se han esfumado. Al día de hoy ninguno de los habitantes se encuentra empleado, según detallan las autoridades ejidales. En la actualidad, vecinos reclaman que la paraestatal cumpla sus promesas, al advertir que no descartan cierres del paso a los vehículos que trasladan el combustible para manifestar su inconformidad. Los poblanos que se sienten veracruzanos, gastan buena parte de su tiempo en la tienda rural, ante la falta de empleo, aún con la insípida actividad en el campo. En entrevista para este medio, pobladores refirieron que los pocos poblanos contratados por la paraestatal fueron despedidos al poco tiempo para evitar que generaran antigüedad. Indiferencia de alcalde Respecto al alcalde de este municipio, Jorge Valencia Ávila, acusaron que “la autoridad ha buscado su propio beneficio en las negociaciones que efectúa con Pemex”. De acuerdo con el líder ejidal de El Escobal, Antonio Campos, el presidente municipal se ha olvidado de las necesidades de todas las comunidades donde hay pozos petroleros. Al término, comentaron que el gobernador de Puebla se ha deslindado de la comunidad y de las afectaciones derivadas de la actividad de la paraestatal. Además, externaron que no cuentan con apoyos ni servicios de la administración actual. En un recorrido realizado por este medio, se comprobó que Pemex y sus compañías subcontratadas no tienen impedimento para extraer el crudo ni el gas, aún cuando no haya adquirido el predio donde se encuentran los combustibles.