Sábado 02 Noviembre 2013
** Los sepulcros de los pequeños son arreglados para la visita en Día de Muertos  Luis DINORÍN  SEGÚN LA tradición católica-cristiana, la celebración del Día de Muertos comienza el 28 de octubre, cuando se recuerda a quienes perdieron la vida en un accidente; después continúa con la visita a los niños el primero de noviembre, y concluye el 2 de noviembre con los Fieles Difuntos. Ayer se rememoró a los niños, por lo que las tumbas de esa área fueron visitadas. En esta zona del Panteón Municipal, casi todos los sepulcros son de color blanco. Algunas otras tumbas aparecen desarregladas debido a que es probable que sus padres o familiares ya fallecieron, de acuerdo a lo dicho por los “boteros”. Las que fueron visitadas están adornadas con papel picado, flores de cempasúchil, nubes o rosas rojas acompañadas de globos de colores. Por los pasillos de esta sección algunas familias caminaron acompañadas de flores, escobas y cubetas para arreglar los sepulcros de sus difuntos. Quizás la más conocida de estas es la de la niña María Merced Huerta, que aunque no se encuentra en la zona de los niños, sino en medio de uno de los primeros pasillos de la primera parte del panteón, se le considera la fundadora del Panteón Municipal de Puebla. Algunas voces de quienes trabajan aquí aseguran que la mencionada niña tiene su leyenda y se dice que se aparece en los rincones de este panteón poblano o que por lo menos se le ha escuchado jugando. Lo cierto es que en las visitas anteriores de El Popular, diario imparcial de Puebla, esta zona parece deshabitada y este día por lo menos tuvo más visitas que las acostumbradas. Hasta aquí se asomaron “boteros” ofreciendo su ayuda para limpiar las tumbas menos arregladas y para ayudar a los padres en la limpieza de los espacios de descanso de sus hijos. La misma tradición católica-cristiana dicta que cuando un menor muere, los asistentes a su entierro regularmente visten de blanco y no de negro como con los mayores y no se les celebra una misa tradicional sino la llamada “misa de ángeles” para los niños de 7 años, pues no han alcanzado la edad de la responsabilidad de su alma.