** Más de la mitad de la población que busca atención médica obtiene el medicamento al desembolsar por su cuenta lo necesario Shanik DAVID Cuatro de cada diez pacientes que acuden a consulta médica en las unidades de la Secretaría de Salud del estado de Puebla deben poner de su bolsillo para adquirir las medicinas que les son recetadas, esto de acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. En el estudio se indica que aunque el abasto de medicinas ha mejorado considerablemente en Puebla, es aún uno de los mayores retos del Sector Salud tanto en el estado como en el resto del país. Por el contrario, los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tienen una “mejor atención” en lo que respecta en el abastecimiento de las medicinas para los pacientes. El 84.5 por ciento de los pacientes que acuden a las diferentes clínicas del IMSS en Puebla obtienen de manera gratuita las medicinas que les son asignadas para sus tratamientos, lo cual implica que menos del 20 por ciento debe pagar por estos medicamentos. Considerando todas las unidades de atención médica del estado, incluyendo las adscritas a la Secretaría de Salud, el IMSS y las instituciones privadas, sólo el 53 por ciento de los pacientes logra obtener sus medicinas en el centro médico al que acudieron, mientras que el resto debe pagar por ellas. Poblanos prefieren instituciones médicas privadas Por otra parte, en el reporte elaborado por el Instituto Nacional de Salud Pública se detalla que cinco de cada 10 poblanos acuden a instituciones privadas para recibir atención médica ambulatoria. Bajo el término “atención médica ambulatoria” se incluyen todas las consultas y tratamientos médicos que no requieran que el paciente pase la noche en el hospital, lo cual puede ser desde una curación de una herida hasta un procedimiento quirúrgico sencillo, se explica en el informe de la Ensanut. En cambio el 40 por ciento de los poblanos asisten a unidades médicas de la Secretaría de Salud o del IMSS para recibir la atención médica necesaria. Entre los factores que influyen en la preferencia de las clínicas privadas para este tipo de consultas es la calidad en la atención, se explica en el informe. Por ejemplo, un paciente tiene que esperar en promedio 22 minutos para ser atendido en un hospital privado, mientras que en los públicos el tiempo de espera puede ir de los 90 a los 101 minutos aproximadamente. Además, el 86 por ciento de los pacientes que acuden con médicos particulares aseguraron sentirse mejor después de la consulta, mientras que sólo el 75 por ciento los derechohabientes de hospitales públicos reconocieron esta mejoría.