++ Con sólo cinco años fue objeto de una violación sexual por parte de dos chóferes, al menos eso es lo que cuentan en las calles del Arenal Emilio CASTELÁN José Manuel CUATE "Rubén me orinó en la boca, -con voz entrecortada y asuntado siguió narrando- te lo digo pero que sea un secreto porque si no te van a matar a ti y a mi papá", fueron las palabras que expresó el niño de 5 años, cuando platicó la vejación sufrida en el interior de un transporte escolar. La madre se quedó atónita, apenas podía dar cabida a lo que escuchaba. Momentos después buscó a los miembros de su familia, para saber cómo debía actuar, quizá, sólo para reafirmar la impotencia que sentía. De inmediato, la familia Téllez, abrigó el dolor de la progenitora; hizo suya la tristeza y el miedo del pequeño Cristian, quien fue objeto de una violación sexual por parte de dos chóferes, al menos eso es lo que cuenta en las calles del Arenal. Conocido por el tianguis de ropa más grande de América Latina, la colonia El Arenal, se encuentra ubicada en el municipio de San Martín Texmelucan, a tan sólo 40 minutos de distancia de la capital poblana. Rodeado de valles, como la mayoría de las comunidades que se localizan en el centro de nuestro país; su vocación se debate entre la agricultura y la industria, por ello el corredor industrial Quetzalcóatl destaca dentro del municipio, ya que alberga empresas de las ramas petroquímicas, de textiles, de frenos, pinturas y papelera. Por lo que su desarrollo carretero se iguala a la magnitud del complejo industrial que está asentado en terrenos que en el pasado eran de labranza. Sin embargo, el contraste no puede ser menor, la mayoría de los servicios se encuentran en el centro del municipio, aún así la colonia el Arenal, aunque está alejada cuenta con escuelas que van del nivel básico al medio. Justo a unas calles del kínder de nombre Carita Feliz fue ultrajado un menor, durante el traslado de su casa a la escuela. El suplicio El reloj marcaba las 8:20 horas, Rubén Guerrero Caballero, de 54 años, quien era chofer de la empresa que brindaba el servicios de transporte escolar School Buzz al kínder, llegó al inmueble marcado con el número 9 de la segunda Privada Albino Labastida en la colonia El Arenal, en su mayoría las casa son de dos pisos, esta no era la excepción, pintada en su exterior de color verde olivo, y ubicada en una calle tranquila, ningún vecino se imaginaba, lo que acontecería aquella mañana. Guerrero Caballero bajó de su unidad, tocó el portón negro, aun manchado de sangre, salió una mujer, tal vez la madre del menor, y le dijo “pase el niño lo está esperando”. Apenas dio un paso cuando lo empujaron y le propinaron un golpe; acto seguido miembros de la familia Téllez, se apersonaron; en sus manos llevaban tubos y palos para golpearlo, aunque el instrumento era lo de menos, la intención era sanar con puños, la herida que a sus ojos había lacerado, no sólo el cuerpo, sino también el alma de Cristian. Así comenzó, el suplicio del señor Rubén. Al escuchar los gritos, bajó del transporte otro hombre, Marcos Martínez Días, sólo un año más grande que Guerrero Caballero. La curiosidad y el compañerismo, hizo que se asomara al interior de la casa de la familia Téllez; sin embargo, la furia también lo alcanzó, a tal grado que hasta el día de hoy se debate entre la vida y la muerte. Después de dejarlos inconscientes, sus cuerpos ensangrentados fueron aventados en las inmediaciones de la calle, los lugareños, asombrados ante tal imagen, llamaron a los elementos de auxilio. Las versiones A días del linchamiento, la casa luce con manchas de sangre en el portón; es vigilada no sólo por los vecinos, quienes aún no conocen con certeza el motivo del linchamiento, pues son tantos los rumores que se han esparcido que no dan crédito a alguno. Una vecina recuerda que aquella mañana de martes, después de ir a dejar a su niño al kínder, vio a una bola de gente “Me acerqué, rodeaban a unos hombres, estaban ensangrentados; se dice que violaron a un niño; pero la familia Téllez es muy conflictiva, son problemáticos”. Pensionados de Petróleos Mexicanos (Pemex), serios, formales, quizá por eso se les confirió el traslado de los niños, labor que insta a brindar seguridad; eran altos, morenos, ya entrados en los 50 años, sus cabellos mostraban algunas canas. Su sangre aún está visible en la calle. Quizá la falta de holgura económica de la familia Téllez, les forzó a buscar a quien pudiera brindarles un préstamo; y los extrabajadores de Pemex cumplían con la expectativa, sólo que ésta representaba intereses onerosos, que en el tiempo fueron casi imposibles de pagar. Por eso aquella mañana al ver impagable la deuda, se fueron contra ellos. Sin embargo, a días del linchamiento los pobladores piensan que eran violadores, porque se esparció el rumor que en la colonia San Cristóbal ya habían cometido el mismo acto, con otro menor, pero no se sabía hasta que ocurrió en El Arenal. Lo cierto es que la directora del kínder donde acudía el menor, no declaró nada después de cometida la barbarie; entonces los padres realizaron un mitin afuera de las instalaciones, pues consideraban el hecho como una señal de desprotección para sus hijos. Final inconcluso “Una vez que recogió a todos los alumnos llegaron al colegio, Guerrero Caballero pidió al niño, que se quedara, una vez solos bajó las cortinas, le quitó los pantalones al menor; él se bajó el cierre del pantalón para sacar su pene, luego de esto pidió al niño abrir la boca para metérselo en la boca”. Fue lo que comentó una señora que vende antojitos a unas cuadras de ocurrido el acto. La maestra de Cristian lo notó diferente “Estaba extraño, empezó a vomitar; me comuniqué son su familia para informarles lo que sucedía”. Sus padres acudieron al doctor, y fue el quien les informó que el niño tuvo sexo por la boca. “El hombre me orinó en la boca, y no lo dije porque me amenazó que matarían a mamá y a papá, y quise guardar ese secreto”, fue lo que una vecina escuchó decir al niño. La falta de pagos por el servicio de transporte escolar fue otro de los motivos por lo que los familiares y los choferes se hicieron de palabras, hasta llegar a los golpes, porque a los ojos de varios vecinos los Tellez son conflictivos. El martes en la mañana los familiares se concentraron en la vivienda donde vive el niño, y comenzaron la golpiza después de las 8 de la mañana, acto seguido acudió la policía para buscar a los inculpados en la golpiza a los dos pensionados, y detuvo a Óscar Garrido Téllez, Mayra Durán Martínez, Vicente Téllez Díaz, Andrés Garrido Téllez, Rosa María Téllez Sánchez. Uno más se dio a la fuga. Marcos Martínez sigue internado en un hospital en el Distrito Federal, perdió un ojo, y no muestra mejorías, se encuentra detenido, pues su testimonio es esencial para conocer qué pasó ese día. Ninguna de las familias de los conductores ha hecho declaraciones, durante el entierro de Guerrero Caballero, algunos compañeros dijeron “Era un buen hombre, no le hizo nada al niño”. Algunos Texmeluquenses refieren que el menor fue violado porque al realizarle pruebas, defecó excremento con semen, dicen que sólo fue sexo oral, otros más se reservan su opinión. A dos semanas de los hechos, no hay nada dicho. |