Jueves 12 Diciembre 2013
El occiso había acudido a un convivio navideño, al acabar deseó continuar la fiesta y visitó dos bares  Víctor HERNÁNDEZ MuertoLas tragedias relacionadas con la temporada decembrina, sobre todo por la fatídica combinación de alcohol y volante, ya comenzaron y ni siquiera las cámaras de fotomulta podrán evitarlo. Ayer, un hombre falleció horas después de verse involucrado en un choque ocurrido en la zona de Angelópolis. El cuerpo del ahora occiso quedó tendido en la vía pública, en un parque público de la colonia Coatepec –al sur de la capital-, ni más ni menos que frente a las oficinas que ocupa la Dirección de Vialidad del estado. Si los hechos ocurrieron poco antes de las 8 horas, fue hasta las 12 horas que personal del Servicio Médico Forense (Semefo) lo levantó para llevarlo a la morgue, y no fue por negligencia. Jesús García Ochoa, un joven que cuenta con 27 años de edad, asistió a un convivio navideño, al parecer de su trabajo, donde bebió algunas copas y por la noche del martes, decidió buscar a su primo, Alberto Zúñiga Ochoa, de 32 años de edad, para que continuaran con el festejo. Lo buscó en el bar botanero El Marinero, ubicado en la avenida Juárez, donde trabajaba, ahí bebieron algunas cervezas y posteriormente se fueron a otra sucursal, a la de avenida Reforma y 15 Sur, donde siguieron con el huateque y compraron una botella de licor. Eran cerca de las 2 horas, cuando decidieron concluir la parranda y dirigirse a su domicilio, que según los reportes oficiales, se ubica en la colonia El Paraíso, en el municipio de Huaquechula. Ambos alcoholizados, abordaron una camioneta Dodge Durango de color negro, con placas de circulación TTX 44-53 del estado de Puebla, con la cual tomaron rumbo hacia la Vía Atlixcayotl. Fue a la altura de Plaza Milenium que Jesús perdió el control por su estado y porque circulaba con exceso de velocidad, e impactó la unidad contra un árbol con todo el costado derecho de la unidad –del lado del copiloto-, donde viajaba Alberto. Al lugar arribaron paramédicos que los atendieron y determinaron que no requerían hospitalización, mientras agentes de Vialidad del estado, aseguraban al probable responsable, quien fue llevado a las oficinas de calle Sonora y 105 Poniente, en la colonia Coatepec. Alberto tomó un taxi para acompañar a su primo, pues no le permitieron subirse a la patrulla, pero apenas descendió de la unidad de alquiler, según testigos, se desvaneció en la calle y de ahí nunca más se levantó. Fue entonces que surgieron varias versiones, una apuntaba a que por el estado etílico que presentaba, murió por broncoaspiración, la otra –la principal hasta el momento- es que falleció a consecuencia de las lesiones que sufrió tras el percance. Una tercera apuntaba a que ebrio, se tornó agresivo con el taxista y éste lo golpeó, aunque dicha versión no fue confirmada por ninguna autoridad. Al lugar de los hechos arribó la fiscal Mónica Gutiérrez, titular en turno del área de Homicidios, quien tuvo que esperar más de dos horas para poder efectuar el levantamiento de cadáver, aún cuando no le correspondía. Y es que por tratarse de un accidente de tránsito, era competencia del fiscal de Culposos Sur el llevar a cabo las diligencias correspondientes, pero el coordinador del área para la Procuraduría General de Justicia, Daniel Navarro, indicó que se tomara conocimiento por separado, pero no lo hizo de inmediato. Dio la orden de que Homicidios llevara a cabo el levantamiento de cadáver, cuyas diligencias quedaron asentadas en la constancia de hechos 643/2013/AEHOM, y que el probable responsable, Jesús García Ochoa, sí quedara a disposición de Culposos; dependiendo de los resultados de la necropsia, “entonces se vería”, dijo.