El mecanismo de las historias

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Efrén CALLEJA MACEDO


Abril 16, 2018

El trayecto de nuestra memoria está siempre condicionada por los otros: lo que nos entregaron, nos negaron, nos prometieron o nos arrebataron. Esa suma de quehaceres ajenos edifica, conversación a conversación, las versiones de la historia familiar. Pero en cada visión hay, por naturaleza, una omisión. ¿Qué pasa cuando queremos aclarar la narrativa heredada?, ¿con qué recursos podemos identificar las rutas hacia el pasado?, ¿de dónde sacar luces para develar lo que se omitió por intención o por ignorancia? Es decir, ¿cómo reconstruir la existencia ajena?, ¿cómo desentrañar el misterio consanguíneo?

A eso se enfrenta Javier Cercas en El monarca de las sombras (PenguinRandomHouse, 2017). Así lo explica el autor en las primeras páginas:

Se llamaba Manuel Mena y murió a los diecinueve años en la batalla del Ebro. […] Era tío paterno de mi madre, que desde niño me ha contado innumerables veces su historia, o más bien su historia y su leyenda, de tal manera que antes de ser escritor yo pensaba que alguna vez tendría que escribir un libro sobre él. […] Por lo demás, ni siquiera hubiese sabido cómo ponerme a contar esa historia: ¿hubiera debido atenerme a la realidad estricta, a la verdad de los hechos, suponiendo que tal cosa fuese posible y el paso del tiempo no hubiese abierto en la historia de Manuel Mena vacíos imposibles de colmar? ¿Hubiera debido mezclar la realidad y la ficción, para rellenar con ésta los huecos dejados por aquélla? ¿O hubiera debido inventar una ficción a partir de la realidad, aunque todo el mundo creyese que era veraz, o para que todo el mundo lo creyese? No tenía ni idea, y esta ignorancia de forma me parecía la ratificación de mi acierto de fondo: no debía escribir la historia de Manuel Mena.

Contrario a esa certeza, durante 280 páginas se narra "la búsqueda del rastro perdido de un muchacho casi anónimo que peleó por una causa injusta y murió en el lado equivocado de la historia". Ese que, en la única fotografía conocida:

Tiene la nariz recta y fina, el cuello también fino y los pabellones de la oreja bien separados del cráneo. Por lo que respecta a los ojos, el blanco y negro de la fotografía les ha robado el color; mi madre los recuerda verdes, parecen claros. No se dirigen a la cámara, en todo caso, sino a su derecha, y no parecen mirar a nadie en concreto. […] Llevo mucho tiempo mirándolos y soy incapaz de ver nada en ellos. A veces pienso que esos ojos son un espejo y que la nada que veo en ellos soy yo. A veces pienso que esa nada es la guerra.

A partir de esta descripción, la obra transcurre en dos planos. Un capítulo rehace la vida de Manuel Mena; el siguiente, la senda recorrida por el autor para encontrar documentos, entrevistar testigos, cotejar versiones y elucubrar sucesos.

En esa dualidad, si la reconstrucción biográfica bien podría ser una novela, los apartados de investigación son un exhaustivo manual de investigación. Dicho de otro modo, mientras una mitad del libro traslada al lector a bordo del vehículo narrativo, la otra explica minuciosamente el funcionamiento del mismo vehículo. Una es la historia; la otra, su mecanismo.

Por ello, El monarca de las sombras es una lección en dos vertientes: la búsqueda reflexiva del investigador que se piensa, se cuestiona, se reconviene y se pone en duda, y el entramado narrativo que es capaz de marcar suspensos, hallazgos, transformaciones y decisiones vitales del personaje investigado. El proceso y el resultado.

Estas son las historias que nos interesan en LEM porque, como le dice un personaje al autor:

[…] nos llenamos la boca diciendo que este país tiene que asumir su pasado como es, de una vez por todas, con toda su dureza y toda su complejidad, sin edulcorarlo ni maquillarlo ni esconderlo debajo de la alfombra, y lo primero que hacemos cuando se trata de asumir el pasado personal es exactamente eso: esconderlo. Hay que joderse.

En este sentido, el 28 y el 29 de abril tendremos en LEM el taller Crónica para reconstruirnos, impartido por Magali Tercero, la extraordinaria cronista que cuenta entre sus reconocimientos con los premios Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez (FIL, 2010) y de Excelencia Periodística en crónica (SIP, 2007). El objetivo de este curso es aportar herramientas para que las personas pongan en práctica la crónica como género testimonial para reconstruir historias significativas para ellas, sus familias o sus comunidades.

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