Población indígena enfrenta rechazo

Puebla es la cuarta entidad con más hablantes de alguna lengua indígena, siendo el náhuatl, el totonaco, el popoloca y el mazateco

Población indígena enfrenta rechazo
Agencias | En nuestro país, refiere el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), existen 364 variantes de las lenguas originarias Población indígena enfrenta rechazo

En nuestro país, refiere el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), existen 364 variantes de las lenguas originarias. Una lengua para cada día del año o bien, 364 formas de contar hasta tres, de decir "te quiero" y "estamos juntos", como sugiere Iván Deance Bravo, doctor en Historia y Entnohistoria por la ENAH.

A pesar de esta riqueza, 14.6 por ciento de la población hablante de una lengua o que se autodescriben indígenas, reconoció que la principal problemática a la que se enfrentan es la discriminación por su apariencia cero por las palabras que le dan significado a su vida diaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación (Enadis) 2017.

Alrededor de 24 por ciento de la población indígena aseguró haber experimentado discriminación en los últimos cinco años; 40.3 por ciento por el sólo hecho de ser indígena. Y en el último año, al momento de realizar el estudio, 35.9 por ciento dijo haber sido objeto de estas prácticas por su manera de hablar, y 18.9 por ciento por su tono de piel.

"Tristemente, la discriminación y la marginación es un proceso de ignorancia que se tiene hacia la diversidad," ese árbol ancestral que finalmente cayó tras la Conquista, la Colonia y un par de siglos de reproducir el sistema, por lo que únicamente nos queda rescatar un poco de esa madera que todavía sirve y hacer con ella verdaderas mesas de diálogo intercultural.

El entendimiento de esta riqueza, dijo, es la única forma de revertir estos "datos tristísimos": 49.4 por ciento de la población indígena, por ejemplo, percibe que sus derechos son poco o nada respetados, lo que deriva en que los principales problemas que identifican los pueblos indígenas, en general, tengan que ver con la falta o el abuso: falta de respeto a sus tradiciones, a sus usos y costumbres, la falta de servicios básicos, de apoyo del gobierno en programas sociales y al trabajo, así como que les quiten sus tierras o que el gobierno o empresas exploten sus recursos naturales sin consultarles.

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La pobreza, una realidad entre los pueblos indígenas

La pobreza ocupa el segundo lugar (19.2 por ciento) entre las problemáticas señaladas en la encuesta. A decir del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2016, 71.9 por ciento de la población indígena -8.3 millones de personas- se encontraba en situación de pobreza, y 28 por ciento en situación de pobreza extrema. Comparada con la población no indígena, los porcentajes se reducen drásticamente: 35.1 por ciento y 5.5 por ciento respectivamente.

Si las poblaciones originarias no han encontrado mejores condiciones laborales o de vida, asegura Iván Deance, "es porque no hemos desarrollado las condiciones para que aprovechen las fortalezas que ellos tienen de su nacimiento por su lengua". Si de repente tuviéramos que hablar en otro idioma -dijo-, no seríamos tan eficientes como alguien nativo de la lengua, ya que a pesar de los años que llevemos practicándola, siempre desconoceremos el alcance de ese universo.

Explicó que para algunas lenguas como el náhuatl, no existe diferenciación entre ciertos sonidos comunes al español -como la o y la u-, por lo que cuando se presentan a una entrevista de trabajo es probable que sean rechazados o tratados de forma inadecuada.

De las personas que respondieron a la Enadis, 43 por ciento está de acuerdo con que las personas indígenas valoran poco seguir estudiando; sin embargo, cuando se le preguntó a la población indígena de 12 años o más, por los derechos que le fueron negados de manera injustificada en los últimos años, 6.6 por ciento aseguró que le fue negada la posibilidad de estudiar.

Aprovechar la riqueza cultural

En México existen unos 16 millones de indígenas (INEGI 2010); de estos, 7 millones hablan español y alguna de las lenguas nacionales, en tanto que alrededor de un millón son monolingües. Las tres lenguas más habladas son el náhuatl, el maya, y el tseltal. Puebla, por su parte, es la cuarta entidad con más hablantes de alguna lengua indígena: 601 mil 680 personas; es decir, 11 por ciento de la población, siendo el náhuatl (447 mil 797), el totonaco (106,559), el popoloca (16 mil 576) y el mazateco (16 mil 45) las lenguas habladas con mayor frecuencia.

Ante este universo de variantes lingüísticas, Deance Bravo, en el marco del XXIV Festival de la Huasteca, recomendó cinco acciones que todos podemos comenzar a realizar, partiendo de reconocimiento de una realidad de marginación y discriminación hacia los pueblos originarios, así como de la riqueza que como supuesto Estado pluricultural estamos desaprovechando:

1) Cortar la discriminación de tajo, para no seguir aumentando la brecha social existente, reconociendo las limitaciones que se les imponen al forzarlos a hablar otra lengua que les es ajena;

2) No reproducir estereotipos (chistes) que lo único que hacen es ignorar que millones de personas en nuestro país tienen que manejar, diariamente, dos códigos lingüísticos e intelectuales diferentes;

3) Informarnos de la diversidad que existe en nuestro país, en documentos oficiales o en plataformas digitales, para saber por ejemplo que nuestro país, constitucionalmente, es un país multicultural; o que por ley, los hablantes indígenas deberían ser atendidos, hasta para tramitar una identificación oficial, en su lengua.

4) Privilegiar la diversidad en nuestras acciones y decisiones, como en el contenido audiovisual que consumimos y aquellos que les damos a los más pequeños (un libro para colorear en náhuatl o un videojuego basado en la cosmovisión rarámuri);

5) Interesarnos en la diversidad, y si es posible, aprender una de las lenguas originarias.