Memorias del Crimen: Me da miedo dejar de extrañarte

Esta semana, Mara Fernanda Castilla habría cumplido 21 años; su caso, conmocionó a todo un país

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Memorias del Crimen

Terminar la carrera, viajar por el mundo y encontrar el amor o tener el trabajo soñado, son los anhelos que cualquier joven puede tener a los 21 años, edad que Mara Fernanda Castilla habría cumplido el martes 25 de junio. Y quizá los tenía, pero nunca podrá realizarlos porque el 8 de septiembre de 2017 fue violada y asesinada.

Pese al tiempo Mara no ha sido olvidada, al contrario, su recuerdo se fortalece entre sus familiares, entre sus amigos y entre los alumnos de la licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), donde cursaba el tercer semestre.

“Y la verdad es que me da miedo dejar de extrañarte... (...) ¡Diabbbbblos! Te necesito demasiado” (Sic), escribió hace unos días Karen Castilla, hermana mayor de Mara, acompañando los mensajes con ángeles, flores y corazones.

La espera de José Alejandro y Gabriela, sus padres fue más dolorosa que larga. Mara despareció el 8 de septiembre, después de salir con unos amigos y abordar una unidad de Cabify para regresar a su casa, en Cholula, pero nunca llegó.

"No ha sido nada fácil, porque fue un hecho tan repentino y horrible que nos cambió totalmente la vida en todos los sentidos. Lo que estamos haciendo ahorita es aprender a vivir sin ella porque no es fácil perder a un ser querido y más como le ocurrió", relató Gabriela en entrevista, misma en la que admitió que Mara era la "luz" de la casa.

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Sus últimas horas

El 7 de septiembre de 2017 un pequeño temblor sacudió Puebla. Esa había sido la noche en que Mara y sus amigos tenían planeado salir de fiesta para desestresarse.

Marco, uno de sus compañeros contó que era la primera vez que salían juntos y en grupo. El temblor los tomó en un bar y él pensó en irse a su casa, pero Mara le dijo que no tuviera miedo, pues “nada malo iba a pasar”.

Mara y sus amigos fueron al bar The Bronx, en San Andrés Cholula, y alrededor de las 4:30 horas decidieron dejar el lugar, pero el auto en el que viajaba con sus amigos fue detenido por el Alcoholímetro. Ella decidió bajarse y pedir un taxi de Cabify; eran las 5. Sus amigos la despidieron, pero nunca llegó a casa.

La tarde del 8 de septiembre, amigos de Mara reportaron su desaparición en redes sociales, detallando que estudiaba Ciencias Políticas en la UPAEP y dónde se le había visto por última vez. Horas después la noticias ya había llegado a los medios y sus familiares iniciaron con la investigación formal.

Viacrucis de incertidumbre

El 9 de septiembre, la Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una investigación por desaparición de persona.

Un día después Cabify dio a conocer la identidad del conductor que debió haber llevado a Mara a su casa: Ricardo Alexis N, quien además se presentó voluntariamente al Ministerio Público para rendir declaración. Aseguró haberla recogido en el bar y que la misma Mara puso fin al viaje antes de llegar a su casa. Las autoridades lo dejaron ir.

Los días 11 y 12 de septiembre la familia recibió llamadas en las que un hombre les aseguraba que Mara estaba bien y que dejaran de hablarle a la policía; pero nunca pidió un rescate, por lo que pensaron que se trataba de una red de trata.

El 13 de septiembre la investigación dio un giro importante, pues la fiscalía detuvo a Ricardo Alexis N, el chofer, en el municipio de Terrenate, Tlaxcala; autoridades rastrearon el celular de Mara y su geolocalización indicó que él tenía el móvil.

El 14 autoridades revelaron un video donde se observa al conductor afuera del domicilio de Mara por casi 30 minutos, pero la universitaria nunca bajó del auto.

El 15 de septiembre, la FGE consiguió una orden de cateo para revisar el domicilio de Ricardo Alexis N, donde se encontraron marcas de sangre y ropa y otros artículos que pertenecían a Mara; en ese momento se le dictó prisión preventiva.

Ese mismo día, a las 13 horas, fue hallado el cuerpo de Mara envuelto en una sábana del Motel del Sur en el fondo de una barranca de Santa María Xonacatepec. La fiscalía dijo que la joven fue asesinada en el motel, ubicado en 11 Sur y 105 Poniente, a donde el chofer la habría llevado.

El entonces gobernador Antonio Gali confirmó la muerte y garantizó todo el peso de la ley contra el responsable; en tanto, Cabify emitió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento.

El 16 de septiembre, el fiscal Víctor Carrancá reveló que Mara murió estrangulada después de sufrir abuso sexual. El 17, Mara Fernanda Castilla fue despedida en su natal Xalapa, Veracruz.

Ricardo Alexis

En sus primeros días en el Cereso de San Miguel fue golpeado y le pidieron 100 mil pesos a cambio de no matarlo.

En junio del 2018, casi logra la salir, al conseguir tres amparos por irregularidades en su proceso.

En septiembre de ese mismo año fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.