Memorias del Crimen: El flamazo que destapó la corrupción
Una repentina explosión rompió la calma en la empresa de gas Tomza el 15 de octubre de 2013. Dicho siniestro destapó la corrupción de la empresa
| Todo parecía una tarde normal en la zona industrial de Chachapa, comunidad perteneciente al municipio de Amozoc, aquel martes 15 de octubre de 2013, pues la mayoría de los trabajadores se disponían a terminar su jornada laboral; sin embargo, el final del día fue diferente en las instalaciones de la empresa de gas Tomza, cuando una repentina explosión rompió la calma. Esa noche murieron seis personas. La empresa se ha visto involucrada en casos de corrupción y hasta de “renta” de pipas al narcotráfico para el transporte de drogas.
¿Qué pasó aquel trágico día? Según los primeros peritajes, del día siguiente, todo inició con un flamazo en un contenedor distribuidor de gas que se incendió y esas llamas alcanzaron dos contenedores cisterna, de los llamados “pipas salchicha”, que también explotaron. Minutos después de las primeras explosiones arribaron bomberos, personal de Pemex y decenas de policías. La autopista Puebla-Orizaba fue cerrada en su totalidad y Protección Civil (PC) estableció un radio de seguridad de kilómetro y medio, misma área de la que evacuaron a toda persona y se habilitó un albergue. Hacia las 21:30 horas de esa trágica noche, en entrevista televisiva, el encargado de Seguridad de Amozoc, Édgar Rodríguez Téllez, informó que para ese momento ya se tenía controlado el 80 por ciento del incendio, sin que, a ese momento, se tuviera un registro oficial de heridos o muertos. A esa misma hora, PC de Amozoc autorizó el regreso de los evacuados a sus viviendas. Un par de horas más tarde ya se tenía registro, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de seis personas lesionadas y cuatro decesos. Personal del Ministerio Público de Tepeaca fue el encargado de efectuar el levantamiento de los cadáveres, con apoyo de Servicios Periciales de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado.
Lee: Memorias del Crimen: El día que Dios abandonó a Huehuetlán El día después de la tragedia La magnitud de la tragedia movilizó de inmediato a las autoridades, y con ello, los trapitos —corrupciones y malos manejos— de la empresa comenzaron a salir a la luz. A la mañana siguiente, el miércoles, ya eran seis decesos y tres lesionados; sin embargo, llamó la atención que autoridades estatales mantuvieron la cifra de muertos en cuatro durante la noche del martes y la elevaron a cinco hasta la mañana del miércoles, señalando que en el transcurso de la madrugada encontraron un cuerpo calcinado entre los escombros. Sin embargo, personal del Ministerio Público de Tepeaca, para las 0:15 horas del miércoles, ya había efectuado el levantamiento de seis cadáveres, cuatro de ellos semicalcinados y dos calcinados. De acuerdo con datos asentados en la averiguación previa 2909/2013, había dos menores de edad entre los muertos. Esa misma mañana, la del miércoles, las actividades en la zona aledaña a la empresa volvieron a la normalidad, la autopista se reabrió y gasolineras, tiendas de conveniencia, restaurantes y empresas del parque industrial San Felipe Chachapa regresaron a laborar de manera normal. Pero en Tomza permanecían apostados bomberos, policías estatales y militares; mientras que a las afueras, trabajadores esperaban alguna indicación. Dentro del predio había varias pipas afectadas por el fuego, bardas colapsadas, vidrios rotos y más de una decena de vehículos quemados.
¿Historial criminal? La dirección de Protección Civil (PC) estatal clausuró la empresa, al descubrir tras la explosión varias irregularidades en las que incurría Gas Tomza. Trascendió que la gasera no contaba con plan interno de protección civil, cuando es un requisito de ley; tampoco tenía una sola visita de la unidad verificadora de gas de la Secretaría de Energía y se comenzó con una investigación contra la empresa. De acuerdo con investigaciones de medios nacionales, el nombre de Gas Tomza y su dueño, Tomás Zaragoza Fuentes, se han visto involucrados en acusaciones de corrupción, abuso de poder, fraude fiscal, tráfico de influencias, prácticas monopólicas y hasta narcotráfico. A la empresa se le ha señalado de manipular los tanques de gas para que les quepa menos y hasta de firmar contratos con Pemex sin procesos de licitación, para ocupar buques petroleros y la importación del combustible. En países como Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, a la empresa se le acusa de centralizar la distribución del combustible en contubernio con las autoridades. La empresa, además reportaría al IMSS, Infonavit y el Sistema de Ahorro para el Retiro una nómina menor a la que realmente tiene; además defraudaría al fisco al pagarles en efectivo a más de 13 mil de sus repartidores, evadiendo impuestos de pago de nómina.
Una de las acusaciones más graves que ha enfrentado fue cuando se le relacionó en una investigación por trasiego de drogas. A la empresa se le señaló se transportar alrededor de 200 toneladas de cocaína al año, a través de un doble fondo en sus pipas de gas LP, por las rutas del Cártel de Juárez. |
