Victoria busca a su hija en fosas clandestinas de Veracruz
Testimonios como Victoria Rosales comparten que encuentran mayor apoyo en organizaciones como La Voz de los Desaparecidos.
“No quiero decir ‘voy a encontrar a mi hija’, pero si ya le busqué de un modo u otro y no la encuentro, pues uno tiene que buscarle”, confiesa Victoria Rosales Camacho, una de las integrantes del colectivo La Voz de los Desaparecidos, momentos antes de que inicien formalmente las actividades de la Quinta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas en Papantla, Veracruz. Ella busca a su hija Nadia Guadalupe desde el 27 de octubre de 2017, cuando tras haberla acompañado a la parada del autobús para ir a la escuela, en la ciudad de Puebla, no tuvo mayor noticia de su localización. A poco más de dos años de haber desaparecido y esperando a una justicia local que nunca llegó, encontró cobijo en la red de colectivos de familiares nacionales. “Sí, la verdad que sí (me siento cobijada), porque ellos sí brindan apoyo. Son personas que tienen el mismo dolor que uno, también tienen a familiares. Yo confiaría incluso más en ellos que en las autoridades de Puebla,” compartió Victoria. También lee: Puebla, en Brigada Nacional de BúsquedaSe refiere a personas como Juan Carlos Trujillo, de la organización Enlaces Nacionales, así como de su hermano Miguel Ángel Trujillo y Mario Vergara, dos de los buscadores de fosas clandestinas con más experiencia en el país, a quienes ya solicitaron ayuda para realizar una primera búsqueda en campo en el estado. Mientras le reiteran este apoyo en cuestión de horas, recuerda, la titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, María del Carmen Carabarín Trujillo, ni siquiera se ha acercado a los familiares organizados de la entidad. “Si nosotros como colectivo ya estamos tratando de ver por otros lados, lo podemos impulsar; tenemos más fuerza.” Con una misa de avanzada en la Iglesia San Francisco de Asís, en el vecino municipio de Tihuatlán, comenzó la primera jornada de trabajo de la Brigada Nacional de Búsqueda, que continuó por la tarde con cuatro talleres —de genética, de seguimiento a carpetas de investigación, de las leyes de víctimas y desaparición, y uno impartido por las buscadoras de Veracruz— para los más de cien personas asistentes, representantes de alrededor de 74 colectivos nacionales. “Me hubiera gustado que vinieran más compañeras del colectivo —al que considero mi familia—, pero aun así yo voy a aprender lo más que se pueda para llevarles la información”, reitera Victoria, para quien dos semanas serán cruciales para buscar alternativas a un camino sinuoso, a veces impedido por la propia autoridad.
Alistan búsqueda en fosas El próximo lunes se llevará a cabo la primera búsqueda en campo de la Quinta Brigada Nacional de Búsqueda. Miguel Trujillo, sin embargo, advirtió brevemente a los colectivos que esta zona está sobre todo llena de “cocinas”, en donde los cuerpos de las víctimas fueron disueltos en ácido, lo que además de las condiciones climáticas y del terreno, complicarán las labores de búsqueda. “Aquí lamentablemente cuando se destruyeron los cárteles grandes salieron ocho o nueve células que se están peleando la plaza; en dos semanas la pueden perder y entra la otra, y así los procesos de trabajo (si manejaban ácido o no) cambian de una célula a la otra.”
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