De acuerdo con el Observatorio de Trabajo Digno en Puebla hay 3 millones 952 mil personas en edad y condición para trabajar; de esas, un gran porcentaje cuentan con un trabajo precario a diferencia de las que tienen un empleo formal. 

En el estudio se destaca que con seguro social e ingreso suficiente para la canasta familiar hay 192 mil personas; mientras que quienes carecen de seguro social y/o de ingreso suficiente para la canasta familiar, se contabilizan en 2 millones 150 mil personas. 

En tanto en el rango de “excluidas”, personas que están desempleadas o no pueden buscar trabajo remunerado por labores domésticas y de cuidado, se ubican en 1 millón 325 mil. 

El semáforo rojo no considera a personas que aún están estudiando, a quienes ya se jubilaron o personas con impedimentos para trabajar. 

En un rango menor, hay 601 mil personas desempleadas, es decir, están desocupadas y disponibles para trabajar. 

Con trabajo precario existen 2 millones 150 mil personas, de esas, 2 millones 036 carecen de seguridad social; 1 millón 790 mil personas ocupadas carecen de ingreso suficiente para la canasta familiar, y 1 millón 511 mil están ocupadas pero carecen de seguro social y de ingreso suficientes para la canasta básica. 

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La realidad de la informalidad 

En este esquema de trabajo precario se encuentra el señor José Francisco, quien a la fecha se dedica a la venta de cubrebocas en la vía pública. Anteriormente laboraba en una empresa de juegos mecánicos, pero tras la pandemia, dejó de trabajar en ese rubro. 

A la par, también se dedica a ser cargador en la Central de Abasto, donde algunos días le deja un poco más de dinero para la manutención de su familia. 

Sin embargo, ambas actividades no le ofrecen seguro social ni prestaciones, solo el salario que a diario le dejan el vender cubrebocas o acudir al mercado como montacargista. 

En la región Sur, donde se ubica Puebla, la que registra el menor desarrollo del país, la mitad de las personas que trabajan lo hacen en condiciones precarias sin ingreso suficiente y marginadas de la seguridad social.