Roxana Luna Porquillo, una ciudadana activa y comprometida con las demandas de los vecinos de la región de Cholula, ha liderado, junto con un grupo de productores locales, un programa de apoyo crucial para la economía familiar en el corazón de Momoxpan.

Este proyecto ciudadano, conocido como Centros de Abastos Comunitarios, celebra su noveno año de funcionamiento ininterrumpido, extendiendo su impacto más allá de las fronteras de Cholula, llegando incluso a la zona sur del municipio de Puebla. La iniciativa se basa en la distribución de paquetes de verduras y frutas de temporada a precios asequibles, conectando directamente a los productores con las familias, beneficiando a ambas partes.

Roxana Luna compartió su visión sobre el origen del programa, que nació con la intención de promover una alimentación saludable a bajo costo, reconociendo que en la actualidad, acceder a alimentos nutritivos se ha convertido en un lujo. Enfatizó la importancia de garantizar una alimentación de calidad para construir una sociedad sana, especialmente en un momento en el que los alimentos procesados abundan con exceso de sal, azúcares y grasas.

La líder comunitaria destacó que el éxito del programa se debe al esfuerzo, la colaboración y la organización de los productores y las personas encargadas de la logística diaria. Sin embargo, Luna Porquillo señaló que, a pesar de los años de funcionamiento, las condiciones no han mejorado; al contrario, el abandono del campo y el aumento de precios, muchas veces de productos importados, representan un desafío constante.

Desde sus inicios, el programa ha beneficiado a miles de personas, abriéndose a toda la población que acuda a alguno de los puntos de abasto. Hoy, los residentes de Momoxpan tienen la oportunidad de experimentar directamente los frutos de esta iniciativa, que busca no solo fomentar una dieta saludable sino también estimular la economía local en la región cholulteca.

Este esfuerzo lo lleva a cabo Roxana Luna, una ciudadana que ha logrado vincular de manera directa a los productores del campo con las familias poblanas, generando un impacto positivo y sostenible. La importancia de este tipo de programas resuena en un contexto donde la economía familiar y la salud de la población están interconectadas.