Las dietas son un tema controversial y Nutrimentalia, una organización de Veracruz compuesta por mujeres que se dedican a ayudar a otras mujeres a amar sus cuerpos y a enfrentar los trastornos de conducta alimentaria, busca arrojar luz sobre esta cuestión. Inicialmente, Nutrimentalia se enfocaba en crear planes para bajar de peso, pero decidieron cambiar su enfoque y ahora ayudan a las mujeres a combatir las dudas y miedos relacionados con las dietas.

Según Daniela Cancino Padilla, Directora de Nutrimentalia y Psicóloga especializada en Psicología Alimentaria, el Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) es considerado una enfermedad psiquiátrica y trastorno mental. Esto se debe a que las personas que padecen un TCA experimentan alteraciones en su alimentación debido a la preocupación excesiva por el control del peso y la imagen corporal, afectando a personas de todas las tallas.

La psicóloga Dani explica que las personas con TCA suelen estar constantemente pensando en qué deben comer para evitar aumentar de peso, lo cual conduce a la adopción de conductas compensatorias. Algunos ejemplos de estas conductas incluyen contar y ahorrar calorías o saltarse comidas como forma de compensar un exceso anterior. Otra práctica común es el ejercicio compulsivo, donde se realizan rutinas intensas para compensar el consumo excesivo de alimentos.

Por otro lado, Lupita Marchena Nava, Gerente de Nutrimentalia y Nutrióloga especializada en Salud Hormonal y Digestiva, señala que muchas personas con TCA desarrollan miedo y rechazo hacia ciertos alimentos, creyendo que algunos son buenos y otros son malos. La moralización de los alimentos y la clasificación de estos como saludables o chatarra contribuyen al desarrollo de estos trastornos.

El TCA tiene consecuencias significativas en la vida diaria de quienes lo padecen, como la amenorrea hipotalámica (ausencia del ciclo menstrual), caída del cabello, fatiga, pérdida de masa muscular y ósea, señales de hambre y saciedad alteradas, dolor abdominal, estreñimiento, estrés y depresión.

En cuanto a las dietas, Nutrimentalia considera que no son recomendables debido a que, según sus estadísticas, el 95% de las dietas fallan y, en muchos casos, los pacientes recuperan el peso perdido e incluso aumentan más, lo que se conoce como el efecto rebote. Tanto la nutrióloga Lupita como la psicóloga Dani éticamente se niegan a recomendar dietas a sus pacientes, ya que estas pueden tener efectos negativos en el organismo y afectar la salud mental, social y psicológica de las personas.

La Gordofobia, otro factor que contribuye a los trastornos de conducta alimentaria, es definida por las integrantes de Nutrimentalia como los actos de odio, rechazo y estigma hacia las personas con sobrepeso. Las raíces de la gordofobia se remontan a épocas de colonización y esclavitud, donde los cuerpos más grandes fueron asociados con impureza y pecados capitales como la gula y la pereza.

Estos estigmas persisten en la sociedad actual, donde se estigmatiza y se hace juicios negativos hacia las personas gordas. La sociedad tiende a normalizar los cuerpos delgados y alimentarse libremente sin aumentar de peso, mientras que se juzga a las personas gordas y se les cataloga como perezosas o descuidadas. Este estigma del peso tiene consecuencias graves, como miedo, baja autoestima, bullying, acoso, violencia, aislamiento y dificultad para encontrar empleo, afectando negativamente la calidad de vida.

Para erradicar la gordofobia, las expertas de Nutrimentalia proponen eliminar ciertas actitudes tanto en las escuelas como en los hogares, inculcando a los niños el respeto por los cuerpos de los demás y la comprensión de que todos tienen un desarrollo diferente. También enfatizan la importancia de normalizar la diversidad de cuerpos, tallas, estaturas y personalidades, educándonos para dejar de cosificar la apariencia física como algo esencial.

En resumen, Nutrimentalia busca ayudar a las mujeres a amar sus cuerpos y enfrentar los trastornos de conducta alimentaria, cuestionando las dietas como solución y combatiendo la gordofobia. Su enfoque se centra en fomentar una relación saludable con la comida y el cuerpo, promoviendo la aceptación y el respeto hacia la diversidad de tallas y formas corporales.