Joaquín Sosa, activista y defensor de los Derechos Humanos, compartió con El Popular, periódico con causa, su experiencia personal y de acompañamiento a la comunidad LGBT+ al momento de "salir del armario"; todo esto en conmemoración de este 11 de octubre, Día para salir del armario.

El activista comentó que desde muy corta edad él se identificaba como parte de la comunidad LGBT+; afortunadamente siempre tuvo el apoyo y respaldo de sus padres y familia, así que contó con un lugar seguro para expresar su identidad, a pesar de las críticas y burlas de su entorno escolar. Encontró un refugio en su hogar.

Debido a ello, Joaquín Sosa señaló que su historia fue de privilegio, puesto que a lo largo de su trayectoria como activista y acompañante ha encontrado casos donde las familias incluso llegan a agredir físicamente a niños y niñas con orientaciones sexuales no normativas.

Asimismo, comentó que aunque no sea legal, muchas familias aún llevan a menores de edad a terapias de conversión, que tienen la intención de convencerlos de ocultar o negar su orientación sexual, y adoptar la heterosexualidad como obligación.

Refirió que diversas personas han luchado por los derechos de la comunidad LGBT+ a través de los, incluso ofrendando su propia vida. Sin embargo, aunque han sido ya reconocidos algunos de sus derechos, aún siguen en la lucha vigente por obtener todos los que les corresponden, así como por tener representación en espacios políticos.

Por otro lado, Joaquín considera innecesario el "salir del clóset", puesto que las personas de la comunidad LGBT+ no tienen la obligación de aclarar su sexualidad. No obstante, a las personas con una orientación sexual diferente siempre se les exige que así sea.

El activista invitó a la población en general a respetar los procesos de cada persona, no presionar a alguien para salir del clóset, ni mucho menos sacarlos sin su autorización, dado que ello es violencia.

Joaquín Sosa se mantiene vigente en el activismo y se hace presente en algunas manifestaciones acompañado de Lupito el cerdito, su mascota y personaje icónico que defiende los derechos de la comunidad LGBT+, feministas y diversas causas sociales, tales como la búsqueda de personas desaparecidas y los derechos de los animales.