Estudiantes de la Ibero Puebla crean ropa para niños y niñas con autismo

El autismo es un trastorno genético relacionado con la interrupción del desarrollo neuronal y cognitivo, lo cual limita la interacción con el exterior y con las personas debido a la hipersensibilidad que padecen quienes tienen autismo. Esta hipersensibilidad les genera incomodidad o molestia ante ciertos sonidos, texturas, sabores o sensaciones.

Ante esta situación, Lorena Huesca, Omar Sotomayor y Regina Monroy, estudiantes de la Licenciatura en Diseño Textil de la IBERO Puebla, crearon una marca de ropa para niños y niñas autistas llamada "Twisted".

Este proyecto surgió cuando Lorena Huesca Álvarez se dio cuenta de que no existía ropa diseñada para cubrir las necesidades de los niños con autismo en México. Invitó a sus compañeros Regina Monroy Rodríguez y Omar Sotomayor Cabañas a unirse para crearla.

"Tengo un sobrino que es autista no verbal. Al convivir muy de cerca con él, pude darme cuenta de las necesidades que tenía tanto él como su familia y acompañantes en la vida diaria. Les compartí la idea a mis compañeros y empezamos a investigar. Nos dimos cuenta de que había muy poca independencia para vestirse", reveló Lorena.

Iker, el niño con autismo que fue parte de este proyecto

Iker es un niño que padece autismo y fue él quien les explicó a los estudiantes los aspectos de la ropa que le resultaban incómodos o molestos, y les dio ideas sobre cómo debería ser la ropa ideal para que él se sintiera cómodo.

Con esta valiosa aportación, crearon una línea de ropa que lleva el nombre de Iker e incluye prendas como shorts, camisetas, pijamas, sudaderas, plantillas para zapatos y gorros, todas elaboradas 100% de algodón, para niños de 6 a 12 años.

"Los niños autistas tienen problemas para distinguir frente-espalda, izquierda-derecha. Vimos una oportunidad muy grande y es algo a lo que no se le presta mucha atención. Estas características tiene nuestra ropa. No sólo ayudaremos a los niños, sino también a los papás", indican Regina y Omar.

Esa es la razón por la que las prendas no tienen frente ni atrás, no tienen costuras marcadas y son casi invisibles, están hechas de telas transpirables y suaves al tacto como el algodón, y son ajustables sin resortes, para que los niños tengan acceso a una mejor calidad de vida a través de ropa que se adapte a sus necesidades y particularidades.

El autismo es una condición de vida que, según un estudio realizado por Autism Speaks en 2016, afecta a 1 de cada 115 niños en México, lo que representa casi el 1% de la población infantil.