¿Qué es el síndrome del impostor y cómo superarlo?

El síndrome del impostor es un fenómeno bastante común que se manifiesta en la dificultad de algunas personas para reconocer sus propios méritos y el miedo constante de ser descubiertos como "fraudes" por los demás. Según la BBC Mundo, Dolors Liria, psicoterapeuta y vicedecana en el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, señala que este síndrome se caracteriza por una percepción distorsionada de uno mismo.

De acuerdo con Mar Martínez Ricart, psicóloga especializada en neurociencia, este síndrome ocurre cuando “tu identidad real y la identidad que tienes en tu cabeza no cuadran, y sientes que eres mucho peor de lo que realmente eres”.

En otras palabras, la persona es incapaz de reconocer sus capacidades e incluso puede no sentirse digna de sus logros, como explica Isabel Aranda, doctora en Psicología y vocal del Colegio de la Psicología de Madrid.

En 1978, las psicólogas Pauline Rose Clance y Suzanne Imes dieron nombre a este fenómeno, que no es una patología ni una condición mental, sino una conducta aprendida desde la infancia, lo que lo hace reversible.

Las expertas consultadas comparten una serie de consejos para ponerle freno a este síndrome y mejorar la autoestima.

1.   Reconocer el problema: Aunque parezca obvio, es importante conectar con lo que nos ocurre y reflexionar sobre por qué nos sucede. Isabel Aranda recomienda darse cuenta de que uno no se está valorando adecuadamente, no sabe decir “bien hecho” y cree que no tiene derecho a sus éxitos. Mar Martínez Ricart destaca que esa voz interna que dice "no eres suficiente" apareció en algún momento de la vida como un mecanismo de supervivencia, pero es crucial observar cuando esta voz impide avanzar. Identificar la causa puede ayudar a enfrentarse mejor al problema.

2.   "Mirar la hemeroteca": Dolors Liria sugiere revisar en nuestra memoria qué ha sucedido en otras ocasiones con retos similares. Probablemente, hemos sentido lo mismo antes, pero es casi seguro que la mayoría de las veces hemos salido adelante. Este ejercicio puede hacerse en momentos de crisis o como un trabajo reflexivo, incluso se puede elaborar una lista escrita con todos los logros obtenidos. Mar Martínez Ricart lo llama “el árbol de los logros” y explica que es una herramienta útil para reconectar con nuestras capacidades.

3.   Celebrar cada logro: Es importante detenerse a celebrar cada logro, sin importar su tamaño. Conectar con esta emoción permite reconocer el esfuerzo detrás de cada éxito y disfrutarlo plenamente. Las expertas recomiendan encontrar y repetir una frase que refuerce la sensación de merecimiento y poder, no como un mantra al universo, sino como un recordatorio de nuestra valía.

4.   Cómo te ven otras personas: A menudo, existe una gran diferencia entre lo que pensamos de nosotros mismos y lo que los demás piensan de nosotros. Isabel Aranda aconseja "verte a ti mismo a través de los ojos de los demás", haciendo un listado de los elogios y reconocimientos que recibes. Esto puede ayudar a ajustar la percepción que tienes de ti mismo.

5.   Ajustar las expectativas: En cualquier tipo de relación o situación, las expectativas pueden convertirse en exigencias poco realistas cuando el síndrome del impostor está presente. Dolors Liria pregunta: “¿Qué significa no estar a la altura? ¿Cómo mides esa altura?”. Es fundamental tener expectativas realistas, tanto en tareas laborales como en objetivos personales, para evitar caer en la autoexigencia extrema.

6.   Autocuidado y compasión: Escucharnos y ser conscientes de lo que nos sucede es clave para regular nuestras emociones. El deporte es un regulador emocional efectivo; no es necesario ir al gimnasio, basta con caminar o bailar. Dolors Liria también recomienda buscar pequeñas fuentes de placer cada día, ya que la vida puede ser dura, pero siempre hay cosas simples que pueden alegrarnos y aliviar la tensión, como un gesto amable o un día soleado.