Participan estudiantes y es coordinado por docentes de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, en colaboración con el Conafe
La ciencia está presente en todos los aspectos de nuestra vida, desde las formas geométricas del salón de clases hasta el estudio del universo. Esta idea está llegando a las comunidades más marginadas de Puebla gracias al proyecto “Descubriendo Pequeños Científicos” (DPC), que comenzó en 2021. Coordinado por las académicas de la BUAP, Patricia Mendoza Méndez y Honorina Ruiz Estrada, y con la colaboración del Conafe, el proyecto busca acercar la ciencia a niños y niñas de zonas rurales, fomentando el aprendizaje y el desarrollo de vocaciones científicas. ![]() El programa no solo se enfoca en enseñar ciencia, sino también en inspirar el servicio comunitario en los estudiantes universitarios. Jóvenes de diversas carreras como Electrónica, Química, Biotecnología y Diseño Gráfico se suman al proyecto, llevando talleres sobre física, matemáticas, biología y más a lugares como la Ranchería Pala, en Coxcatlán, o Santa Cruz El Calvario. Los estudiantes universitarios no solo enseñan, también aprenden de las realidades y contextos de las comunidades, lo que enriquece enormemente la experiencia. Los talleres son muy variados y buscan hacer que los niños se conecten con la ciencia de una manera divertida y práctica. Desde la exploración del sonido y la luz hasta la construcción de constelaciones y nebulosas, los pequeños tienen la oportunidad de experimentar con fenómenos científicos de forma directa. Además, los telescopios instalados en algunos programas les permiten observar el universo y, para muchos, es su primer contacto con el cielo de una manera tan clara y asombrosa. Las actividades no solo benefician a los niños, también a los estudiantes de la BUAP, quienes tienen la oportunidad de trabajar en equipo con jóvenes de otras disciplinas y colaborar con expertos como los doctores Areli Montes y Juan Nieto, quienes enriquecen los talleres con su experiencia en ciencia. Además, el proyecto ha abierto puertas a la investigación educativa, con temas como el pensamiento algebraico en preescolares, que está desafiando las nociones tradicionales sobre cómo los niños aprenden. Este proyecto tiene un impacto mucho más allá de los talleres. A través de él, se busca cerrar la brecha de género en carreras científicas y tecnológicas, donde las mujeres aún son una minoría. Según datos del IMCO, aunque ha habido un crecimiento en la participación de las mujeres en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), todavía queda mucho por hacer. El trabajo de proyectos como DPC es fundamental para seguir motivando a las nuevas generaciones a interesarse por estas áreas, especialmente a las niñas, quienes podrían ser las próximas científicas que transformen el país.
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