Decepción religiosa; nuevas generaciones orillados a adoptar nuevas formas de entender la espiritualidad, entre las más solicitadas, el tarot.
Puebla, una ciudad históricamente reconocida por sus tradiciones religiosas, ha sido el pilar de una amplia diversidad de creencias. Sin embargo, en los últimos años, prácticas como el tarot han cobrado fuerza, especialmente entre las y los jóvenes que buscan nuevas formas de experimentar la espiritualidad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la última década 442 mil 219 poblanos dejaron de profesar el catolicismo, religión históricamente predominante en el estado.
![]() Nueva espiritualidad: El auge del tarotEsta transformación espiritual se refleja también en el aumento de personas que no profesan ninguna religión. De acuerdo con el informe de Springtide Research Institute, el 51% de jóvenes entre 18 y 25 años muestra un interés significativo en el tarot, lo que lo posiciona como una práctica en crecimiento. ![]() En entrevista para El Popular, periodismo con causa, así lo explica Itzel Obregón, tarotista con cinco años de experiencia, quien relata que en la ciudad de Puebla sus servicios han sido bien recibidos:
Itzel señala que este auge puede estar relacionado con recientes cambios astrológicos:
Más allá de la moda: una nueva fe personalEl crecimiento de estas prácticas no es un fenómeno aislado ni una simple moda esotérica. Representa un cambio profundo en el tejido espiritual de México, particularmente en Puebla, ciudad con al menos 365 templos religiosos. En ese contexto, el tarot se posiciona como una alternativa espiritual más íntima, capaz de ofrecer un mensaje personalizado, desde una visión más introspectiva.
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¿Herramienta de autoconocimiento?Hoy en día, el tarot ha dejado de verse solo como un instrumento de adivinación para convertirse en una herramienta de autoconocimiento y reflexión emocional. Para quienes lo practican, se trata de un lenguaje simbólico que conecta con procesos personales, decisiones y emociones profundas. En Puebla, el distanciamiento de muchas personas jóvenes respecto a las religiones tradicionales ha sido un punto de partida para explorar lo espiritual desde otras perspectivas. Lo que antes se consideraba tabú o herejía, hoy se asume como una búsqueda legítima de introspección e identidad.
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