A cinco días del desastre natural que cobró la vida de 18 personas en Puebla, diversas comunidades en Huauchinango han comenzado a salir adelante gracias al trabajo conjunto de la población, elementos de la Guardia Nacional y el Gobierno del Estado. No obstante, vecinas y vecinos denunciaron la ausencia del Ayuntamiento, al que acusan de falta de respuesta y abandono durante la emergencia. También puedes leer: Federación envía más maquinaria a Pahuatlán para reabrir caminos ![]() Las intensas precipitaciones ocasionaron deslaves e inundaciones que afectaron gravemente a zonas como Cuaxicala. Habitantes de esta comunidad señalaron directamente al presidente auxiliar, Joaquín Clemente González y el alcalde de Huauchinango Rogelio Lópéz Angulo, por su inacción ante la tragedia. Afirman que, hasta el momento, siguen sin acceso al servicio de agua potable y que la autoridad local no se presentó en el lugar.
Otra pobladora expresó que la recuperación del servicio hídrico dependerá del esfuerzo colectivo:
En cobertura especial de El Popular, Periodismo con Causa, en la zona afectada, entrevistamos a Joaquina Cruz Romero, una de las afectadas quien narró que perdió parte del techo de su vivienda debido al deslave del pasado viernes 10 de octubre. Además, su madre perdió por completo su casa, una estructura construida con materiales frágiles como cartón, que fue destruida por la fuerza del agua. ![]() María, de 70 años, también resultó damnificada. Su situación es crítica, ya que su vivienda está en riesgo de colapsar ante cualquier lluvia.
Las y los vecinos han trabajado de forma continua durante cinco días en la remoción de escombros. Señalan que el presidente municipal de Huauchinango, Rogelio López Angulo, no actuó de inmediato. Según los testimonios, los cuerpos de emergencia comenzaron a operar solo hasta la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum al municipio. ![]()
Las zonas más golpeadas por el fenómeno natural fueron las colonias Chapultepec, La Joya y La Nueva Monterrey, además de las comunidades de Nopala y Cuaxicala. En Chapultepec, decenas de viviendas quedaron sepultadas bajo más de un metro de fango; mientras que en La Joya y La Nueva Monterrey, varios hogares colapsaron tras los deslaves. En Nopala y Cuaxicala, los caminos resultaron destruidos, lo que mantuvo a sus habitantes con serias dificultades para recibir ayuda y acceder a servicios básicos hasta su reapertura en el transcurso del jueves 16 de octubre. ![]() De acuerdo con los habitantes, esta es la primera vez en más de nueve años que enfrentan un evento de esta magnitud. Coinciden en que no es común que los deslaves alcancen tal nivel de destrucción, sepultando casas y poniendo en riesgo la vida de las personas. |