Los Fuertes de Loreto y Guadalupe: de bastión militar a espacio cultural

Lo que alguna vez fue el escenario de una de las batallas más emblemáticas de la historia de México, hoy es un sitio para la convivencia familiar, el turismo y la divulgación cultural. Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, ubicados en lo alto del cerro Acueyametepec, han pasado de ser símbolo de la victoria del 5 de mayo a uno de los centros recreativos y museísticos más importantes de Puebla.

Construidos entre finales del siglo XVII y principios del XIX, los fuertes marcaban la puerta de entrada a Puebla desde la ruta comercial que conectaba Veracruz con la Ciudad de México. El Arco de Loreto, ubicado en este punto estratégico, indicaba el ingreso a la ciudad, resguardado por estas construcciones militares.

Fue aquí donde, en 1862, el general Ignacio Zaragoza encabezó la histórica Batalla del 5 de Mayo, enfrentando con un ejército menor —apoyado por indígenas zacapoaxtlas— al poderoso ejército francés. Esta victoria se convirtió en un símbolo del orgullo y la resistencia del pueblo mexicano.

Más que historia militar: fe, transformación y cultura

Según archivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la historia de los fuertes no solo involucra conflictos bélicos. También se asocia a un evento que muchos pobladores consideran milagroso: José de la Cruz Sarmiento, un comerciante local, sobrevivió al impacto de un rayo durante una tormenta, tras rezar a la Virgen de Loreto. Como muestra de gratitud, construyó una ermita en el lugar donde ocurrió el hecho. Parte de su fachada aún permanece como testimonio de fe.

Tras dejar de funcionar como base militar en 1930, el espacio inició su transformación. En 1936 se fundó el Museo de Historia Guerrera de la Ciudad de Puebla, antecedente de los actuales Museo de la No Intervención “Fuerte de Loreto” y Museo del Fuerte de Guadalupe, donde se exhiben armas, documentos y objetos históricos.

A los pies del Fuerte de Loreto se encuentra el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza, inaugurado en 1952, con capacidad para 22 mil personas. Este recinto ha sido sede de eventos deportivos, conciertos y espectáculos como el histórico concierto de Queen en 1981.

En 1960, el presidente Adolfo López Mateos inauguró el Monumento a la Batalla del 5 de Mayo, ubicado en la explanada del Fuerte de Guadalupe. Más adelante, en 1976, los restos del general Zaragoza fueron trasladados a un mausoleo con fuente y estatua de bronce, ubicado en la actual Calzada Ignacio Zaragoza.

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Un espacio verde, incluyente y vivo

Actualmente, la zona de Los Fuertes alberga diversos espacios culturales y de divulgación científica como el Museo Regional del INAH, el Museo de la Evolución, el Planetario, el Auditorio de la Reforma y el Centro Expositor, sede de la Feria de Puebla.

Además, este pulmón verde de la ciudad está abierto al público, es pet friendly y constituye un lugar ideal para paseos, ejercicio y encuentros al aire libre. La historia, la ciencia y la cultura conviven hoy en este espacio que honra el pasado sin dejar de mirar hacia el futuro.