El juez federal Robert Pitman decidió suspender temporalmente la ley de aborto en Texas, la cual está vigente desde septiembre y que establece un plazo de seis semanas como límite para realizar un aborto, cuando la mayor parte de las mujeres ni siquiera saben aún que están embarazadas.

Pitman acusó al estado de Texas de “montar un esquema agresivo para privar a los ciudadanos de un derecho constitucional significativo y bien establecido”. Señaló que desde el momento en que la ley conocida como Propuesta 8 del Senado entró en vigor, “las mujeres se han visto ilegalmente impedidas de ejercer el control sobre sus vidas en formas que están protegidas bajo la Constitución… esta corte no sancionará un día más de esta privación ofensiva de tan importante derecho”. Por tanto, denegó la solicitud del estado de no aplicar el bloqueo a la ley mientras apela.

El fallo de Pitman significa que, al menos en lo que se toma una decisión definitiva, profesionales médicos pueden volver a practicar abortos más allá de la semana seis de embarazo, sin temor de que demandados, como permite la SB 8, por los ciudadanos.

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No obstante, un par de horas después del anuncio, el gobierno de Texas apeló la orden del juez. Texas Right to Life, una organización contra el aborto, dijo al Texas Tribune que consideraría entablar demandas contra proveedores o médicos que realizan abortos prohibidos por la ley SB 8.

"Cualquier aborto que se cometa después del 1 de septiembre de 2021, hay un estatuto de limitaciones de cuatro años que alguien puede demandar retroactivamente por esos abortos, así que estaremos atentos", explicó Kim Schwartz, directora de comunicación y medios de la organización.

La apelación se realizará ante una de las cortes más conservadoras de Estados Unidos. Por lo que la lucha, que podría llegar al Tribunal Supremo, está lejos de haber acabado.

Aun con esto, la decisión tomada por el juez Pitman supone una victoria para los defensores del derecho al aborto legal y de la administración de Joe Biden, que habían visto que otros intentos de bloquear la ley habían sido obstaculizados.

Algunos grupos que trabajan en salud y derechos reproductivos en Texas anunciaron que retomarán inmediatamente su actividad pero otros reaccionaron con cautela ante posibles represalias mientras la ley está suspendida.