30% de mujeres embarazadas en México sufren depresión durante o después del parto
Desde 2016 el primer miércoles de mayo se celebra el Día Internacional de la Salud Mental Materna
Como una iniciativa de organizaciones civiles en todo el mundo, desde 2016 el primer miércoles de mayo se celebra el Día Internacional de la Salud Mental Materna. Este año se celebró el 3 de mayo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 25 por ciento de las mujeres embarazadas experimenta algún tipo de malestar de carácter psíquico y una de cada cinco va a padecer algún tipo de trastorno de salud mental durante el embarazo y el primer año tras el parto. En el caso de México, un estudio de 2022 estima que un 30.7 por ciento de las mujeres sufren depresión en algún momento del embarazo y hasta un año después del parto. De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría, el objetivo de tener una fecha para hablar de este tema es “elevar la conciencia acerca de los problemas de salud mental materna, con vistas a que más mujeres busquen ayuda, reciban tratamiento adecuado y reduzcan su sufrimiento”, para lo que también se tienen que “mejorar los recursos destinados por los gobiernos a la prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales durante el embarazo y el primer año tras el nacimiento”. La depresión perinatal, la afección más común, es un problema habitualmente subdiagnosticado que no sólo afecta la salud mental y física de las mujeres que lo viven, sino también al desarrollo del feto y al recién nacido en los aspectos físico, mental y cognitivo. Lo más grave es que los expertos en el tema coinciden en señalar que este trastorno es más frecuente de lo que se estima. Para saber más sobre el tema, El Popular, periodismo con Causa entrevistó a la Maestra Laura Amada Hernández Trejo, docente en la facultad de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De acuerdo con la experta, hay factores que pueden favorecer la aparición de la depresión perinatal, tales como antecedentes de depresión, acontecimientos vitales estresantes, problemas económicos, y situaciones de abuso o violencia previos o actuales. Lo mismo que factores posteriores al parto, como problemas de salud de sus recién nacidos. Según datos de la académica, el 85 por ciento de las madres que tienen algún problema de salud mental no son atendidas y mucho menos diagnosticadas. Si las mujeres experimentan depresión perinatal durante el embarazo y no son atendidas, no sólo resulta en consecuencias para ellas, sino también para sus hijos o hijas. "Con este desarrollo vamos a ver que si mamá tuvo algunas dificultades, los niños pueden manifestar dificultades o problemas en la atención, problemas socioemocionales, presentar conductas agresivas incluso llegar a generar psicopatologías cómo podría ser ansiedad, depresión, autismo o hasta esquizofrenia", agregó Laura Amada Hernández. Los estereotipos impiden que busquen atenciónLa académica de la máxima casa de estudios en México reveló que la causa por la que las mujeres no buscan ayuda al sentir síntomas emocionales o mentales se debe a que, desde una visión romántica y estereotipada de la maternidad en la sociedad, las mujeres que son madres tienen la obligación de sentir amor incondicional, además de ser la principal, y a veces única, figura responsable del cuidado de las y los hijos. El arraigo de estas creencias hacen que las mujeres sean invalidadas al pedir ayuda o que ellas se censuren a sí mismas para hacerlo. "Las mujeres crecemos con esta idea de que ser madres nos completa, no te puedes quejar de ser madre porque tu lo decidiste", dice la experta. La Maestra Hernández recomienda pedir ayuda en sus entornos inmediatos, con su familia, pareja o amigos, pero eventualmente lo mejor será que busque ser atendida por una o un psicólogo especializado. En el tema de prevención, una mujer embarazada puede buscar este tipo de terapia previamente, en la que, a través de intervenciones psicoeducativas, se les brinda información sobre cómo enfrentar la llegada de un bebé. "La Salud Mental Materna es algo que no solamente le compete a la mamá, sino que nos compete a todos, como sociedad, asegurarnos de que mamá tenga los recursos disponibles no sólo para alimentarse o para cuidar de sí misma físicamente, sino también para tratarse psicológicamente y que tenga un espacio donde hablar y expresar lo que es ser madre más allá de esta realidad romantizada", finalizó la académica. |