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8M 2025, una jornada ejemplar de libre expresión y de apoyo a las mujeres

El apoyo brindado por transeúntes, trabajadoras de los negocios aledaños, residentes de la zona y comerciantes fue catártico

8M 2025, una jornada ejemplar de libre expresión y de apoyo a las mujeres
Fredy Angón 8M 2025, una jornada ejemplar de libre expresión y de apoyo a las mujeres

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Memorias del Crimen

Como periodistas solemos enfocarnos en criticar y señalar lo que está mal o en buscar la nota que más likes o seguidores nos dejen. Sin embargo, la noticia de este 8M 2025 fue una jornada ejemplar.

Salvo el retraso de 45 minutos de la megamarcha a la que convocaron desde las 15 horas, mobiliario pintado con leyendas de protesta, vidrios rotos en el Teatro Municipal, en paraderos de Ruta y en la Fiscalía especializada en Delitos de Género, y una falsa alerta de una mujer detenida, el 8M en Puebla fue un éxito.

 

Con una afluencia que superó los años anteriores y con marchas que iniciaron desde las 10:30 horas en distintitos puntos de la capital y culminaron hasta las 18:30 horas en la Fiscalía General del Estado, una vez más las mujeres demostraron que la unión hace la fuerza y que el grito de miles puede hacer retumbar todo un estado.

¿Quiénes conformaron la megamarcha del 8M?

Como cada año el recorrido empezó desde El Gallito, en el Paseo Bravo; durante la larga espera, en el primer contingente conformado por personas con discapacidad, así como madres con infancias, empezaron a compartirse entre sí comida: paletas, chocolates dulces y fritangas pasaban de mano en mano para lograr mantener a las pequeñas que iban a pie, en brazos, rebosos y carriolas se mantuvieran lo más quietas posible.

Menores de edad también tomaron las calles del Centro para manifestarse

Entre las organizadoras estaban Majo Flores Serrano, cabeza de la Asociación Protectora de la Pluralidad Sexual y Derechos Humanos (APPS) y la activista Luz Arredondo, representante del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria de Puebla, quien lleva años peleando la custodia de su hijo que le fue arrebatado cuando se separó de su esposo.

“Protejamos a nuestras hijas, no dejen que les tomen fotos y manténgalas al centro del contingente; lo más importante es su seguridad”, gritaban las colectivas mientras se movían de un lado a otro para mantener a salvo a las mujeres que decidieron unirse a la marcha.

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Apoyo total a las manifestantes del 8M 2025

No solo fueron las mujeres que marcharon las que hicieron el Día Internacional de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo, en esta ocasión, el apoyo brindado por transeúntes, trabajadoras de los negocios aledaños, residentes de la zona y comerciantes fue catártico.

Las espectadoras del Centro Histórico apoyaron la marcha del 8M

Con pancartas, porras, consignas y botes de agua que regalaban a las personas que marchaban, las espectadoras (y algún otro espectador de primera fila) que portaban algún distintivo de color morado se convirtieron también en activistas y, con ellas, se fue haciendo más ambiente.

Las ovaciones se las llevó una trabajadora de la tienda Macropay, ubicada en Reforma 916, quien con una hoja de papel entre las manos que decía “8M ni una más” se asomó al aparador de la empresa que optó por bajar las cortinas del negocio. Ahí entre los cristales del negocio y como si fuera presa del patriarcado que no la dejó salir a marchar, las mujeres mostraron todo su apoyo a través de gritos eufóricos.

 

¿Qué sucedió en el Zócalo de Puebla durante la megamarcha?

Entrando al Zócalo, la bienvenida fue brutal, hasta turistas avalaron al contingente con sus chiflidos y aplausos.

Contrario a lo que se vivió el año pasado donde el gobierno del panista Adán Domínguez reprimió a las manifestantes con un muro de contención de vallas y gases, el inmueble que hoy habita el presidente José Chedraui hizo honor a los principios de la Cuarta Transformación y dejó que las mujeres libremente levantaran la voz en busca de igualdad y justicia.

 

Sólo las pancartas que fueron colocadas sobre el piso y en la puerta del Palacio Municipal contrastaron con la apertura que mostró este año el gobierno de Morena; ahí, levantaron la voz sindicalizadas del Ayuntamiento, encabezado por Gonzalo Juárez Méndez, también pidieron respeto al trabajo sexual y quemaron con su foto a uno que otro funcionario violentador de la administración anterior.

El ayuntamiento de Puebla lució libre de vallas y policías durante la marcha del 8M

Abusos de funcionarios públicos no pasaron desapercibidos

A comparación de otras marchas, también más violencias fueron visibilizadas; anteriormente, la violencia física, los abusos sexuales y los feminicidios eran los más recurridos en las pancartas, pero esta vez salieron a relucir con más fuerza la violencia vicaria, la económica, incluso la violencia institucional, donde trabajadoras del gobierno le pusieron nombre y cara a los funcionarios públicos que las violentaron.

O qué decir de los profesores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que, a través de un tendedero, fueron denunciados en las fachadas de los edificios que conforman la Facultad de Filosofía y Letras.

La violencia institucional no pasó desapercibida en la marcha del 8M

“No somos delincuentes, somos estudiantes”, “Que el sueño de ser doctoras no nos quite la vida” o la cara de Iván N, coordinador de la Zona Cosplay y Ficómics acusado de acosador, fueron las imágenes que colgaron de carteles pegados en las paredes y ventanas del histórico inmueble.

El fin del recorrido estaba cerca, el gran contingente que hasta el día de hoy no ha sido contabilizado, empezó a dejar Reforma para tomar las calles del Bulevar 5 de Mayo, con el fin de cerrar la jornada en la Fiscalía General del Estado (FGE).

 

 

Ahí, hicieron lo propio, frente a la institución encargada de proporcionarles justica, lo dejaron todo: gritaron, cantaron y lloraron. Al final dejaron en pancartas sus demandas, pintaron sus manos en las paredes, también las grafitearon con consignas a favor de sus mujeres abusadas, violadas y asesinadas.

Contrario a la lentitud con la que atienden los casos y al burocratismo que impera en la dependencia, ni cinco minutos dejó pasar la FGE para borrar toda prueba que los incrimine por ser impunes y por tanto dolor que han causado a hijas, madres, hermanas, abuelas, amigas, colegas que han tenido que vivir sin una menos.