El clavadista Rommel Pacheco, único latinoamericano clasificado a la final, realizó la última competencia de su vida, para bajar el telón de su extraordinaria carrera deportiva, que en más de 20 años, cosechó medallas en torneos centroamericanos, panamericanos y mundiales.

Pacheco Marrufo, termino la ronda clasificatoria en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la tercera posición y se colocó en el sexto lugar durante las semifinales; la final la comenzó en el cuarto lugar con un clavado de 83.30 puntos, su segundo mejor de la noche.

Después, vinieron ejecuciones de 63.00, 73.10 y 79.20 que lo mantuvieron entre los primeros cinco lugares tras cuatro rondas. Desafortunadamente, Pacheco falló en el quinto y penúltimo clavado, con una calificación de 33.25 que lo llevó hasta el noveno sitio tras cinco vueltas.

Para su última ejecución, el clavadista sumó 96.90 puntos, su mejor total en la final, para ubicarse en el sexto puesto con un acumulado de 428.75.

Al finalizar su último clavado, Pacheco recibió un homenaje de los presentes en su despedida de los clavados competitivos y, al borde del llanto al escuchar los aplausos, se fundió en un abrazo con su entrenadora Ma Jin.

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Ésta fue la tercera final para el atleta en unos Juegos Olímpicos, previamente, obtuvo un décimo lugar en Atenas 2004 y un séptimo lugar en Río 2016. Además, en la especialidad de plataforma de 10 metros, obtuvo un décimo lugar en Atenas 2004, octavo en Beijing 2008, y un quinto lugar en clavados sincronizados desde el trampolín de 3 metros, en Río 2016, lo más cerca que estuvo del podio olímpico previamente en su carrera. En el caso de Londres 2012, Pacheco no logró clasificar.

El abanderado de México, ya había anunciado en la pasada Ceremonia Inaugural que esta sería su última participación olímpica para enfocarse en su nuevo rol como político, ejerciendo de Diputado Federal por el Partido Acción Nacional.