En el caso de las mujeres desaparecidas, los denunciantes suelen recibir respuestas como “seguramente se fue con su novio o pareja”, minimizando la urgencia de la denuncia
Las mujeres desaparecidas y las buscadoras en el estado de Puebla han sido víctimas de violencia de género, tanto por parte de las instituciones como de la sociedad. Con frecuencia, se les responsabiliza de su propia desaparición y se minimizan sus casos al suponer que se ausentaron voluntariamente. Por otro lado, las madres buscadoras enfrentan obstáculos institucionales, ya que muchas veces las autoridades les cierran las puertas cuando intentan manifestarse y exigir justicia. En el espacio “Voz de la Ausencia” de El Popular, periodismo con causa, María Luisa Núñez, fundadora del Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, compartió su experiencia como activista y acompañante. Desde su perspectiva, tanto las mujeres desaparecidas como las buscadoras enfrentan violencia de género, ejercida por las instituciones y la sociedad. María Luisa explicó que el proceso de búsqueda está lleno de prejuicios de género. Desde las instituciones, como la Fiscalía, se atribuyen roles de género a las causas de desaparición. En el caso de las mujeres desaparecidas, los denunciantes suelen recibir respuestas como “seguramente se fue con su novio o pareja”, minimizando la urgencia de la denuncia.
Además, enfatizó que aunque algunas mujeres desaparecidas salieron con sus parejas, esto no significa que hayan previsto su desaparición o asesinato. Subrayó que la responsabilidad de esclarecer los casos corresponde a las autoridades.
¿Declaraciones oficiales refuerzan la violencia de género?María Luisa criticó que estos comentarios revictimizantes han sido reforzados incluso por autoridades estatales. Recordó que durante la administración del exgobernador Miguel Barbosa, se realizaron declaraciones que responsabilizaban a las mujeres desaparecidas de su propia ausencia, lo que dificultó el acercamiento entre el colectivo y el gobierno. Por otro lado, señaló que las madres buscadoras también son víctimas de violencia institucional. Cuando acuden a la Fiscalía General del Estado de Puebla a presentar una denuncia, en lugar de recibir apoyo, son cuestionadas y responsabilizadas por la desaparición de sus hijos e hijas, como si la seguridad y vigilancia fueran su responsabilidad y no la del Estado. ![]() ¿Cómo es la represión y la violencia contra las madres buscadoras?Las mujeres buscadoras han enfrentado represión cuando se manifiestan. Al acudir a la Fiscalía General del Estado de Puebla, las reciben con las puertas cerradas y un operativo de seguridad, como si fueran a cometer un delito, cuando en realidad buscan exigir que la dependencia cumpla su labor.
Además, compartió su propia historia como madre buscadora. El 28 de abril de 2017, su hijo Juan de Dios, de 23 años, desapareció en el trayecto de Tehuitzingo a Tecamachalco. Al presentar la denuncia, enfrentó prejuicios y discriminación. Le preguntaron “¿A qué se dedicaba su hijo? ¿Por qué se vestía así?”, haciendo referencia a la última fotografía que tenía de él, donde aparecía con sombrero y camisa de cuadros, insinuando que podía estar relacionado con actividades ilícitas. En febrero de 2022, tras una búsqueda de campo, María Luisa encontró el cuerpo de su hijo sin vida, junto con los de Vicente y Abraham, quienes lo acompañaban. Exigencia de justicia y convocatoria para el 8MLa activista exigió a las autoridades realizar su trabajo con eficacia y sin prejuicios. Pidió a la sociedad ser más empática y crear conciencia sobre la desaparición forzada en Puebla. Finalmente, invitó a la marcha del 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer. La cita será a las 10:00 de la mañana frente a la Fiscalía General del Estado de Puebla, donde se oficiará una misa y posteriormente avanzarán sobre el Bulevar 5 de Mayo hasta el Zócalo capitalino.
|