Barcelona pone orden

**Messi e Iniesta le dieron el pase a semifinales a los blaugranas frente a un Milan que nunca dejó de luchar

PARTIDO

BARCELONA 3-1 AC MILÁN

CAMP NOU

CHAMPIONS LEAGUE 2012

Agencia El Universal BARCELONA, ESPAÑA.- El Camp Nou se vistió de gala para la vuelta de cuartos y su ídolo no decepcionó con otra actuación para la historia: sumó su gol número 51 en la Champions y 14to de la actual edición, igualando al holandés Ruud Van Nistelrooy y el brasileño Mazzola (en la antigua Copa de Europa) como máximo goleador continental en una temporada. El Milan planteó el partido con el objetivo primordial de frenar a Messi y cerrarle los espacios al Barza, pero en los seis primeros minutos ya sufrió dos acometidas de La Pulga, con un disparo a manos de Christian Abbiati y otro a la derecha del arco italiano. Y a los 11, el plantel rossonero cometió un pecado mortal de necesidad: Massimo Ambrosini perdió un balón en el mediocampo ante el acoso de Messi, que cedió en el área a Xavi Hernández y recuperó la pelota cuando el catalán no resolvió. Derribado por Luca Antonini, el argentino transformó el penal con seguridad, pese a que Abbiati le adivinó la intención. El Barza intentó madurar la ventaja, abriendo el campo, combinando en largas posesiones e invitando al Milán a salir de la cueva. Pero el cuadro lombardo aguardó pacientemente su oportunidad y la encontró a los 32, cuando Robinho quebró el marcaje del argentino Javier Mascherano y conectó con Zlatan Ibrahimovic, asistente en la llegada por derecha de Nocerino, que cruzó raso ante Víctor Valdés. El técnico Pep Guardiola advirtió en la previa que el Milan marcaría al menos un gol, y el Barza siguió fiel al guión hasta forzar un tiro de esquina que resultó en el segundo penal señalado al Milán por agarrón de Alessandro Nesta a Sergio Busquets. Nunca en la historia de la Liga de Campeones le habían señalado dos penas máximas al conjunto italiano, y Messi aprovechó para poner en ventaja al Barza a los 41, está vez engañando al arquero. El segundo asalto inició febril, con el Milán agarrado a la pechera de Ibrahimovic en busca del gol que le faltaba. Pero tras un tiro libre de Xavi que rozó la cruceta, Messi volvió a inclinar la balanza cuando encaró la zaga milanesa y soltó un zapatazo que tocó en Philippe Mexes y le cayó franco a Iniesta, que definió con el interior del pie ante la salida de Abbiati, no hubo para más.
  • URL copiada al portapapeles